Cuento erótico – seducida por un extraño en la calle

Un Cuento erótico de la vida real 

Esa noche termino en un cuento erótico como nunca lo pensé quería salir un rato, llevaba mucho tiempo sola y tenía ganas de ir a ligar un poco, a quien le cae mal una noche loca. Me arregle colocándome vestido negro corto y unas botas largas como no quería que se me marcara nada no me coloque ropa interior el vestido tenía una altura sobre media pierna y estaba bien llevarlo así pensé en ese momento; hace meses no tomaba licor, pero esa noche tenía ganas de olvidar todo sin imaginar que iba a encontrar.
Me fui a la Zona Rosa de Bogotá en donde colocaban música variada en el parque de la 93, la noche estaba algo fría así que no dude en comprar una copa de aguardiente para calentarme un poco estaba esperando a mi mejor amiga cuando me llamo a decir que algo se le había presentado, no me iba a devolver a la casa así que decidí de igual forma sentarme en la barra del bar sola para poder relajarme un poco, me arriesgue a pedir un cuba libre para iniciar la noche, empecé a sentir las llamadas de algunos hombres de la barra pero no le quise prestar atención.

“Al girarme me di cuenta que era un hombre muy atractivo tenia ojos oscuros cabello negro y cejas pobladas su barba le daba algo de misterio”

Cuando iba por mi tercer coctall comencé a sentir los efectos la música empezó a emocionarme y decidí levantarme a bailar comencé a rosar mi cuerpo con los ojos cerrados en la mitad de la pista sin importarme estar sola las luces la música y el trago me habían animado, me encontraba un poco mareada pero no importo decidí dejarme llevar, de repente sentí que alguien se me acerco por detrás y empezó a bailar junto a mí, estaba tan deseosa en ese momento que no me pareció mal dejar que bailara junto a mí, al girarme me di cuenta que era un hombre muy atractivo tenia ojos oscuros cabello negro y cejas pobladas su barba le daba algo de misterio y sentí desde el primer momento como nuestras miradas se clavaban la una con la otra.
Andrés me dijo, Julieta le contesté, vienes sola?, y si mi amiga no pudo llegar decidí quedarme, ¿te puedo acompañar? Ya lo estás haciendo, lo invite a que me siguiera a la barra y me invito otro trago el cual acompaño con uno para él.
Él se sentó muy cerca de mí y me pidió que nos pasáramos a una mesa donde pudiéramos estar más cómodos yo accedí, la mesa estaba algo oscura así que no pude evitar pensar en algunas ideas que podríamos realizar ahí.
Estábamos hablando un poco de los gustos de cada quien y de lo que hacíamos en nuestros tiempos libres cuando comenzó acercar sus manos a mis piernas dejándome fría, llevaba tanto tiempo sin sentir una caricia que fue inevitable dejar que continuara me pidió un beso y le dije que no tenía que pedirlo acercándome a él. Ese beso estuvo cargado de pasión se notaba las ganas que teníamos el uno por el otro me gustaba mucho tenía un olor delicioso y eso me excitaba más.
En ese momento recordé que no tenía ropa interior y al sentir que su mano comenzó a subir mi pierna desee haber tenido que pensaría ahora que venía a estar con cualquiera, aunque era la realidad, deje de pensar tenía esa mala costumbre de cuestionarme todo.
Cuando ya estábamos muy calientes besándonos y tocándonos yo coloque mi mano sobre su pantalón el cual ya estaba lubricado, desee bajarle la cremallera un poco, pero contuve por un momento al recordar que estábamos ahí en ese bar a la vista de todos los que estaban bailando al frente de nosotros.

“De repente escuchamos un ruido así que nos colocamos en una esquina escondidos mientras pasaban yo me metí todo su pene en la boca porque no podía parar estaba a punto de tener un orgasmo mientras él me metía su dedo en la vagina con fuerza, le pedí que me dejara tomarme su leche.”

El subió mas su mano y al sentir que no tenía panti me apretó más fuerte contra él, me dijo en mi oído no puedo más quiero hacerte mía ya mismo, ¿vamos al baño?
Nunca lo había hecho antes, pero le dije llévame de una vez no quiero pensar, el me tomo la mano y me llevo corriendo miramos un callejón que tenía el patio de las basuras que estaba solitario, ahí sin puertas ni nada me metió empujándome contra la pared.
Yo no podía dejar de pensar que nos iban a ver, pero estaba tan excitada que me deje levantar con sus manos y me agarre con mis piernas a su cadera, el subió mi vestido y bajo su pantalón un poco para poder penetrarme me estaba acariciando completa cogiendo mis senos duros apretándolos aprovechando que no tenía brasier tampoco, facilito más el estar en ese lugar oscuro, yo solo sentía un placer inmenso de sentir como me sacudía contra la pared, me estaba haciendo enloquecer.
El comenzó a gemir con más fuerza sin dejarme soltar, puso en el piso y me coloco en cuatro apoyándome de rodillas contra el piso me penetro suavecito al comienzo y luego duro con tantas ganas que me hizo rasgar un poco el vestido. Que rico se sentía tenerlo así dentro de mí, cuanto deseo tenia de sentirme mujer nuevamente después de tanto tiempo.
De repente escuchamos un ruido así que nos colocamos en una esquina escondidos mientras pasaban yo me metí todo su pene en la boca porque no podía parar estaba a punto de tener un orgasmo mientras él me metía su dedo en la vagina con fuerza, le pedí que me dejara tomarme su leche y nos vinimos los dos al tiempo tan rico que sentí que tome demasiada leche regándose un poco en mis senos al sentirla así caliente me enloquecí, me vine tanto que el me boto en el piso y chupo mis fluidos, haciéndome estremecer.
Los dos quedamos más que satisfechos nos organizamos nos tomamos otro trago el cual acompañamos de besos, nos fuimos de aquel lugar él me quiso acompañar a la casa pero decidí tomar un taxi me despedí con otro beso, quedando en encontrarnos nuevamente en aquel bar, así sin compromisos solo placer.

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