Como les venia narrando en la primera parte, cuando menos me lo esperaba recibí la visita de un familiar que hace muchos años no la veía, era muy especial ya que era un primo con el que había compartido la infancia y era muy cercano a mi, en la época que compartimos eramos unos niños que teníamos unos doce años pero había regresado echo un hombre guapísimo luego de compartir unos días no aguante mas y lo bese.
Yo estaba impaciente por ver su cuerpo desnudo, se puso encima de mí y volvió a besarme, ya cada vez más lubricada, dejábamos la cara del otro llena de saliva. Teniéndole en esa posición desabroché su pantalón dándole a entender lo que quería.
El lo entendió, se puso de pie y se quitó todo, dejándome ver su verga grande y lubricada. No sabía si me apetecía más tener esa verga ancha, caliente y lubricada, en mi boca o en mi vagina.
No tuve que elegir ya que fue él quien sin preguntar me quitó los pantys y se puso en posición para penetrarme. Por si no fuera suficiente la lubricación, frotó su verga contra mi vagina y clítoris durante un rato, lo cual terminó de dejarme preparada, y tras eso, de un solo golpe me penetro hasta el fondo y empezó a moverse con fuerza.
antes de que el se fuera yo jugué de todas las formas posibles con el en la cama en el baño en el piso y demás, con tanta pasión
Me dejé llevar y empecé a gemir con cada golpe de cadera de mi primo, sus gemidos fuertes unidos a los míos mostraban lo loca que me volvía todo esto.
A ratos seguíamos en esa postura y a ratos me agarraba de los tobillos y los subía, subiendo así mis piernas, de forma que me entraba aún mejor. Apretaba mis pechos con fuerza.
Me penetro fuerte de esa manera durante unos diez minutos hasta que no aguanté más y tuve un orgasmo increíble, intenté aguantarlo para durar más en esa postura maravillosa, pero no pude. Cuando él notó que me corría, como si hubiera estado reservando y retardando su orgasmo hasta que yo me corriera, al poco empezó a soltar sus chorros de leche caliente en mi interior, lo cual terminó de culminar también mi placer… me encantó sentirlo, a pesar del riesgo.
Siguió clavándome hasta que salió la última gota de leche. Se dejó caer sobre mí y permanecimos un rato así abrazados, con besos y caricias ocasionales.
Tras ducharnos los dos, juntamos las camas para poder dormir abrazados, y nos besamos hasta caer dormidos. Por la mañana nos daba tiempo a desayunar rápido y salir para el aeropuerto,yo estaba un poco triste y confundida no sabia que me pasaba solo tenia en mi mente que era mi primo y desde que estuvimos juntos ya no lo parecíamos ahora solo nos besamos y nos tocamos como novios.
Sabia que si mi familia se enteraba no iba a poder volver a verlo nunca por eso no podría contarle a nadie, antes de que el se fuera yo jugué de todas las formas posibles con el en la cama en el baño en el piso y demás, con tanta pasión, solo quería olvidarme de todo pero el momento de la despedida llego, nos besamos con algo de tristeza guardando entre los dos ese secreto hasta nuestro próximo encuentro.
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