Desperté, abrí los ojos, el primer pensamiento que vino a mi mente fuiste tú.
Te visualicé en mi cama, durmiendo. Vino a mi mente las muchas veces que me has dicho que sueñas que te despierto chupándote el pene. Son las 2:10 de la madrugada, quisiera estar en tu cama, poder empezar a besarte en los testículos, masajear suave, suavemente, pasar mi lengua y poco a poco ir aumentando la presión con mis besos. Empiezas a despertar, justo cuando abres los ojos, yo estoy poniendo tu pene en mi boca, te miro a los ojos, asumo que quieres que siga, sigo bajando con mi boca hasta meterlo todo dentro de mi boca, siento la presión en mi garganta y lo saco de prisa. Escucho que tu respiración se agita. Dejo tu pene y empiezo a subir por tu vientre besándote, llego a tu pecho y sigo besándote. Tú me empujas para que yo baje de nuevo. Pongo mi lengua en medio de tu pecho y bajo sin tanta prisa, mi respiración empieza a agitarse, en mi lengua puedo saborear el salado de tu piel, tu piel canela que tanto me prende, empiezo a sentir que los latidos de mi corazón se aceleran. Llego a tu pelvis y entonces de prisa llevo tu pene a mi boca, lo siento erecto y muy duro, empiezo a hacer círculos con mi lengua en la punta de tu pene, empiezo a besar como muchas veces me lo has pedido. Empiezo a chuparlo hago movimientos rápidos, metiendo y sacando de mi boca, resbalando mis labios mojados y al mismo tiempo con mi mano acaricio tus testiculos, saco tu pene de mi boca, bajo un poco y empiezo a lamber tus testiculos al mismo tiempo doy un buen masaje a tu pene, subiendo y bajando con mi mano. Me dices sigue, más rápido, mas rápido, no pares. De pronto me haces parar bruscamente, te acercas jadeando a mí, besas mis labios y metes tu lengua a mi boca, muerdes mi labio Inferior y me susurras al oído: muérdeme! Bruscamente me haces meter tu pene a mi boca y empujas mi cuerpo hacia ti, para yo poder comerme todo tu pene. Me vas soltando lentamente, yo vuelvo a meter suavemente y voy bajando mordiendo tu pene suavemente. Sollozante y agitadamente y bruscamente me haces tumbarme en la cama, me dices: no te muevas que quiero venirme en tu boca. Casi a gritos, terminas echándome tus espermas por toda mi cara. Para mi el solo hecho de verte disfrutar me hace sentir placer.
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