La Amiga de mi Novia

Desde que la conocí, siempre me pareció una absoluta belleza de mujer. Delgadita, werita, con unos hermosísimos ojos, piel super blanca, un culazo que en verdad te excitaba con solo mirarlo unos segundos, unas tetas que atraían miradas. El único pero que tenía era que vivía en un pequeño ranchito y conservaba muchas costumbres recatadas. Cuando mi novia me platicó que la boda de su amiga se iba a suspender, comenzó el drama...

Desde que la conocí unos años atrás, cuando comencé a salir con mi novia, siempre me pareció una absoluta belleza de mujer. Delgadita, werita, con unos hermosisisimos ojos, piel super blanca, un culazo que en verdad te excitaba con solo mirarlo unos segundos, unas tetas que atraían miradas cuando se atrevía a mostrarlos un poco. El único pero que quizás tenía en este momento para mi, era que vivía en un pequeño ranchito y conservaba muchas costumbres un poco recatadas propias de esos pueblos.

Cuando la conocí, estaba ya con fechas para casarse (clásico en los pueblos de este tipo, que la fecha de la boda la establecen desde mucho tiempo antes), justo por esos momentos un día mi novia me platicó que la boda se iba a suspender, al parecer porque su amiga había descubierto que el vato andaba echando desmadre con otra dama. Fue un pinche drama el que hizo, pero luego con el paso de los días, salió la otra versión, la dama, se había enganchado con otro vato en un pueblo al que estaba yendo por trabajo toda la semana. Total que, el novio no se si se enteró o no, pero al final si se casaron. Al poco tiempo se embarazó, después del parto, mi novia me insistió en ir a visitarlos para conocer al bebé y así comenzaron a ser mas frecuentes los encuentros con ellos, ella se puso aún mas rica, con señales de ser mamá, pero bien riquísima y mas bonita. Con el paso del tiempo, noté que de cada 3 o 4 visitas que nos hacíamos, sólo en una se quedaba el vato, casi siempre tenía algo que hacer y se desaparecía o simplemente la llevaba a donde nos quedábamos de encontrar y ya no regresaba mas que para recogerla. Yo me comencé a sentir incómodo con eso, pues ya me quedaba casi siempre fuera de las pláticas de ellas como mujeres, hablé con mi dama y entendió. Ellas se siguieron frecuentando como siempre. A veces yo la llevaba, otras, sólo la recogía, a veces ella iba a la casa de nosotros, a veces se encontraban en algún restaurante, etc. Yo siempre que iba a donde ellas estuvieran les llevaba algo para comer, panes, botanas, bebidas, cafés, etc. El chiste es que siempre la atendía como visita y amiga que era.

Luego, se embarazó por segunda ocasión, esta vez, su embarazo la dejó algo pasadita de peso, no puedo decir que obesa, pero evidentemente no era la misma jovencita que conocí, estaba, diría yo, un poco descuidada, pero pues se entiende, dedicada a sus hijos, y luego me enteré el vato ya no le ayudaba prácticamente en nada, lo que sí, que para mi gusto se miraba aún mas hermosa la condenada. Total, a pesar de todo, se daba tiempo y continuaba encontrándose con mi novia cada cierto tiempo. Un día cuando llegué a la casa por la tarde al salir de la chamba, ahí estaba, la saludé como siempre y me reclamó que no había llevado pan, pero con risa, porque sabía que yo no estaba enterado de que iría. Voy a dejar las cosas y ahorita te traigo, no, como crees, era broma, ya casi me voy, voy a terapia pero quise pasar para hacer un poquito de tiempo. Me subí y ellas se quedaron en el chisme. Ese día escuché, era imposible no hacerlo, su voz era a gritos, porque estaba llorando, que se estaba separando del vato, que lo había vuelto a descubrir con otra dama y que pues ya estaba harta que pasara, que eran ya varias las ocasiones que había pasado, que el vato al parecer era un reverendo putañero y que lo peor es que desde que parió a la segunda criatura (como 1 año antes) el vato ya no se la cogía, que siempre que ella tenía ganas y lo buscaba, el vato se hacía el enojado por cualquier pendejada y se largaba, que eso hizo que ella decidiera ya mandarlo a la chingada.

Uno es puerco por naturaleza y aunque nunca me había pasado de lanza con ella, siempre me había quedado con ganas de ensartarle mi camote, pero pues era amiga de mi vieja. Ni pedo, pensé lo que no te toca no te toca. Eso si, ese día le puse un cogidón a mi vieja pensando en ella. Mi vieja feliz de la ensartada que le dí.

Me olvidé del tema unas semanas, ellas continuaron frecuentándose, me enteré que el vato se salió de su casa y que ya andaban en el pedo del divorcio y eso. Por todo ese pedo es que ella iba a terapias. Un día mi vieja ya había quedado en irse a comer a la playa con su papá y su mamá, por el día del padre que no había podido festejar con él el mero día, me avisó que ya iban en camino, si me habían invitado, pero como yo generalmente ya salía algo tardecito de la chamba, preferí quedarme en casa para hacer un ratito de ejercicio. Llegué a la casa y ahí estaba ella parada en la entrada, tocando la puerta. Me bajé la saludé, no avisó que iba a la casa, ese día le tocaba terapia, pero quien la atendía le canceló de última hora y no hallaba que hacer, se fue a la casa me dijo, pensando en que ahí podría quedarse. La hice pasar le ofrecí un café, me dijo que no, que no quería molestarme, anda le dije, no te preocupes, me preguntó por mi novia, le dije que no regresaría y le dije el porqué y ella solo sonrió. Le volví a ofrecer el café y me volvió a decir que no, que sólo me pedía un abrazo. Hay cabrón pensé a ver si no hay pedos por eso. La abracé, fue riquísimo olerla de tan cerquitas y tenerla entre mis brazos, la había deseado tanto tiempo, pero pues era prohibida para mi. Así la tuve un ratito, la quise soltar y ella no me dejó. Luego de repente levantó su cabeza y sin mas me buscó los labios, al principio mi instinto me hizo aceptarla, pero luego caí en razón, quien era y qué relación tenía con mi novia. Me separé de ella y le dije que no estaba bien eso.

Si entiendo, me respondió. Se paró como a un par de metros de mi y sin mas se quitó la falda que llevaba puesta, yo de no mames, me quedé tieso mirándola, traía un calzoncito de encaje que dejaba ver su hermosa puchita con un poco de pelitos, pero bien cuidados. Te gusta me preguntó. Yo no sabía que decir, claro que me gustaba pero era prohibida para mi. Se quitó la blusa y su bra era el juego del calzon, unas tetas de mamita, pero aun hermosisisimas. Se sonrió y me dijo, este es un regalito que tu novia quiere que te de. No mames, como crees le dije. Ella tuvo la idea de que, si un día tenías ganas de cogerte a otra mujer, esa fuera yo su amiga. ¿Quieres ver? Y sacó el celular, en su whats, estaba como se pusieron de acuerdo para salirse de la casa y ella se quedara sola conmigo. Conforme iba revisando el chat el pito se me paró a todo lo que daba. Pero cuando llegué al mensaje: “recuerda que toda la cogida debe quedar grabada culera”. No mames, mi vieja maravillosa me autorizaba a ensartarme a su amiga. Vamos a tu cama me dijo ella, subiendo por delante de mi la escalera y dejándome mirar su culazo tan maravilloso. Una gordimami en toda la extensión de la palabra. Mi verga estaba que reventaba mi pantalón.

En cuanto entramos a la habitación, ella se volteó para quitarme la ropa, me comenzó a besar el cuello y pasó su mano por mi verga, que rico, que caliente andas ya papacito, me dijo, quiero que me metas tu fierro, necesito ser cogida por una verga ya. Llevo mas de un año sin ser ensartada. Mi verga mas dura se ponía imaginándome ya dejársela caer. Me tiró en la cama boca arriba y se arrodilló frente a mi, se fue directo a mi pito. Estaba deseosa de verga, no se contuvo nada antes de ya estarme mamando el pito, se pegó a mi verga con deseo, mamaba incontenible, deseosa de tragarse cada milímetro, solo se despegaba para decirme algo como que rica verga, ya quiero que me la metas, deseo mas de tu pito y asi. Yo la miraba y la escuchaba y sentía como estaba a punto de dejarle toda mi leche en su boca. La despegué con cuidado y no le gustó mucho la idea, porque me la quitas papi, porque si no paras te voy a dar la leche ya, no voy a aguantar. Nooooo, me dijo, quiero ya que me la metas. Me levanté de la cama y la recosté, me fui bajando por su cuello y mirando como en cada beso se ponía chinita y se retorcía. Cuando llegue a sus tetas, me tuve que detener a admirar la belleza de sus ubres. Ubres de mamá, pero que verdaderamente eran bellas. Las disfruté tanto en mi boca y ella se ponía igual de chinita con cada chupada. Descubrí que chupar y besar entre en medio de sus tetas la volvía loca. Lo hice una primera vez y miré como abrió en automático las piernas. Luego en una segunda chupadita, que volvió a abrir sus piernas, puse mis dedos en su panocha y no mames, estaba que hervía la nena, la comencé a dedear y ella comenzó a gemir. Se movía al ritmo en que la estaba dedeando. Estaba más que deseosa de verga y se notaba que llevaba mucho sin ser cogida.

Bajé mi cabeza poco a poco en camino a su puchita, en su barriga noté la cicatriz de sus cesáreas. Ambos hijos habían nacido así. Por lo que ya se imaginaran el maravilloso paraíso que me esperaba. No me hubiera importando otra cosa, sólo hago notar lo que encontré. Cuando llegué a su vagina, ella casi a la fuerza me empujó la cabeza a su panocha, mientras con el celular me grababa. Estaba super mojada, sentía como su pucha hervía de caliente. Pasé mi lengua lo mas profundo que pude por su clítoris y escuchaba sus gritos desesperados de placer. De repente ella comenzó bien acelerada a subir y bajar su cadera como si la estuviera ensartando y a los pocos segundos de hacer esto me tomó con sus manos la cabeza y se retorció de placer. Miré como su panocha se mojaba demasiado, escurría en esa venida tan maravillosa que me estaba regalando. Cuando pasó su orgasmo, la escuché decirme: que rico me acabo de venir, me hacía tanta falta, pero ahora necesito una verga adentro. Que revises en tu cajón mandaron decirte. Lleno de intriga abrí el cajón de la cómoda que tengo a mi lado de la cama y justo ahí, estaba un paquete de condones, con una notita que decía: “Amor, espero disfrutes mucho este regalito que quise darte. Me la pensé mucho, pero quería cumplir esta fantasía tuya y prefiero que sea con alguien como mi amiga. Si se lo haces tan rico como a mi, seguro va a querer mas y a lo mejor tu siguiente regalo sea con las dos al mismo tiempo. PD. Tu lechita es solo mía, esa sólo entra en mi vagina.“

Agarré los condones, me puse uno, ella estaba de pie, acomodando el celular para seguir grabando. Me senté en la orilla de la cama pensando en que ella se montaría de frente mi, pero no, se volteó y se acomodó, dándome la espalda y se dejó caer en mi verga, comenzó a cabalgarme el pito, pero hasta lo mas profundo que podía, sentía como mi verga durísima la penetraba, era maravilloso ver mi verga perderse en ese riquísimo culote que a pesar de todo, aun se conservaba durito. Luego de un ratito en esa posición, se levantó y se dio la vuelta ahora si dispuesta a sentarse de frente a mi, se subió y se acomodó, se dejó caer en mi pito y comenzó con su cabalgata a todo lo que daba, yo feliz de tener a ese manjar de mujer ensartándose para mi. Pasaron unos cuantos minutos cuando supe que estaba a punto de venirse de nueva cuenta, no fallé aceleró lo mas que pudo su cabalgata y sus gritos y a los pocos segundos nuevamente la mire y senti retorcerse de placer en mi verga. Escuché como su humedad invadió mi verga y lo mejor de todo, sentí escurrir sus juguitos en mis piernas.
Apenas dejé que pasara su orgasmo y ya la tenía otra vez en ritmo, no cambié de posición, no le di chanza, sentí como poco a poco se acercaba de nuevo al climax. decidí levantarme pero con ella ensartada, a pesar de estar llenita no fue difícil, cargarla y así en el aire las ensartadas fueron maravillosas, sus gritos llenos de placer mas caliente me ponían y si justo asi en el aire, vino su siguiente orgasmo. Ahora si miré como sus chorritos salieron de su pucha cuando ella estaba en la locura de placer.

Cuando pasó su corrida, se subió a la cama y sin que yo se lo dijera ella solita se puso en cuatro. Mi verga estaba que reventaba de lo caliente que se me hizo mirar ese culo dispuesto a ser ensartado. No la penetré, era demasiado rico verla en esa posición, me acerqué, le abrí las nalgas hermosas con mis manos y acerqué mi lengua a su riquísimo ano. Me dejó lengüetearlo, saborearlo. Me levanté en la cama, me paré detrás de ese culazo y busqué con mi verga su panocha y le dejé caer todo de un solo golpe. Sus quejidos fueron super calientes. Mi camote ya no obedecía mis órdenes, ya quería empezarle a arrojar la leche, ella lo percibió y me dijo, aun no quiero que te vengas, quiero un orgasmo mas para ser feliz. Me salí de ella, me recosté en la recargadera de la cama, ella se movió dándome la espalda y así se acomodó para comenzar a darme se sentones, era increíble mirarla que en cada ensartada se mojara y al salir escurrieran sus chorritos mojándolo todo, estaba como loca. Subió de intensidad su movimiento, señal de que se acercaba un nuevo orgasmo. Cuando estaba a punto de llegar se sacó la verga de la panocha y comenzó a aventar sus chorros por toda la cama, gritaba, se retorcía y con sus deditos no dejaba de estimular su pucha para seguir mojándolo todo. Fueron varios segundos intensos, llenos de placer, por supuesto que yo no aguantaba mas, era demasiada locura y calentura. Casi temblando de placer se dio la vuelta, me paré y ella hincadita bajo mi verga, me quitó el condón y comenzó a mamarme el pito. Solo bastaron unos segundos para que mi leche comenzara a salir disparada sin control alguno, lechazos en su cara, en su cuello, en su boca, todo lo embarraban, era incontrolable, se me nubló la vista por varios segundos del placer tan enorme que estaba viviendo. Ella se pegó a mi verga a chuparme lo que quedaba, hasta que me sacó la última gota de semen.

En cuanto pasó mi deslechada, caí rendido en la cama y ella se recostó en mis piernas chupando de vez en vez el pito, mas bien, dándole besitos. Chuleando mi verga y diciéndole lo feliz que la acababa de hacer. Había yo olvidado todo, mi novia, la casa, que ella era casada, todo. Simplemente había disfrutado con locura cogérmela. Nos dimos un baño. También lo grabamos. Cuando ya estábamos cambiados, le mandó el video a mi novia, frente a mi. Luego de un rato se despidió y se fue.

Una hora mas tarde llegó mi novia. En un parque que está a la vuelta de la casa, se detuvo y ahí se quitó el short y el calzón que traía, se grabó y me mando un video. Me decía, encuérate papacito que voy muy caliente y quiero sentir esa verga cómo se la metiste a mi amiga. La verga en automático estaba mas que lista para ensartarla. Cogimos como pocas veces lo habíamos hecho hasta ese día, fue placer total.

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