A Mary me la había cogido varias veces ya, era casada, su experiencia en las artes amatorias era muy notoria, cuando se entregaba a mi era subir al cielo. En verdad, me fascinaba coger con ella, en la cama no teníamos llenadera. Por cuestiones de tiempo, de repente dejé de verla, eso si, seguimos en contacto por whatsapp, a veces las conversaciones eran riquísimamente calientes. Fotos, videos, audios. Pero hasta ahí quedaba todo.
Un sábado, ya era hora de cerrar la oficina, se fueron retirando casi todos mis compañeros, salvo el guardia, él se quedaba hasta que llegaba el velador de la noche. Yo estaba por cerrar mi equipo cuando me llamó una compañera que si me alcazaba antes de irme, que le urgía llevarme un papel porque si no se atrasaría una semana (ella era de fuera de la ciudad), total, mas a fuerza que con ganas le dije que la esperaba, mas porque me dijo el lugar donde ya iba y estaría prácticamente a 10 minutos de la oficina.
Me esperé, cuando escuché que llegaba y saludaba al guardia y se escuchaban sus tacones, pero parecía venía acompañada, se escuchaba otra voz femenina, Sali a la puerta de mi oficina a recibirla y era ella junto con Mary, me sorprendió un poco, si sabía que ellas eran amigas, pues trabajaban en la misma sucursal, pero no pensé vinieran juntas. Fue inevitable que mis ojos se fueran sobre Mary, llevaba una blusa negra delgadísima que dejaba ver todo su cuerpo, salvo sus tetas, porque llevaba bra. Me puse muy nervioso. La que me llevaba el papel me lo dio e inmediatamente le dijo a Mary, voy al Oxxo ahí te espero. Y no dio chanza a nada mas.
En cuanto se aseguró que su amiga se había despedido del guardia, ella, que estaba en la puerta de mi oficina, se volteó para darme el frente y sin mas se quitó su bra, dejando que le mirara sus hermosas y riquísimas tetitas que tenían sus pezones bien paraditos, se comenzó a manosear y sin moverse de la puerta me decía: no se te antojan papito? Me las quieres chupar? Quieres darme verga? ándale si, cogéme, te necesito. No mames mi verga estaba que reventaba el pantalón. Me acerqué y ella miró mi pito cómo lo tenía incontrolablemente parado. Con su manita hábilmente me lo sacó del pantalón y se agachó para comenzar a mamármelo. Era el cielo mismo, verla ahí en mi oficina mamandome la verga en la puerta. Ella parecía disfrutar demasiado lo que estábamos haciendo. Se pegó a mi fierro como si nunca mas fuera a volver a chupar un pito. Lo ensabilababa, lo besaba, lo mordisqueaba, se lo ensartaba todo en la boca, chupaba, estaba mas que caliente.
Solita se despegó de mi verga y yo estaba a punto de darle mi leche. Se puso de espaldas a mi, me preguntó si había alguien mas en la oficina, le dije que no, que ya solo el guardia, ahí mismo en la puerta, se bajó el pantalón y su pantaletita rica, hasta las rodillas, se agachó ofreciéndome sus nalgas y me decía: ya cógeme por favor, necesito ya tu verga adentro. Ni condón me puse, nada, no importó, fue una orden y sin mas, con mi verga fui buscando su pucha hermosa y sin compasión se la dejé caer toda de un solo golpe, aventó un gritito muy rico, le puse mi mano en la boca, no podía hacer ruido, el guardia estaba en la entrada pero si gritaba mas, escucharía todo. Sin mas, fue un mete saca de locura, ella, se quejaba en cada atravesada, pero lo estaba disfrutando mucho. Se quedó quieta y se puso chinita, señal que conocía yo de sobra, me estaba regalando su primer orgasmo, apenas habían pasado unos 3 o 4 minutos de ensartarla. Por lo visto, estaba muy caliente y deseosa de sentir mi camote. En cuanto pasó, continué con la ensartada y ella no se contuvo, meneaba su culo disfrutando cada que sentía mi verga dentro de ella. Unos cuantos minutos después ya estaba llegando a su segunda corrida. En cuanto pasó, le dije, te quiero dar la leche. Le saqué la verga, ella se hincó de frente a mi y con su boquita me chupo la verga hasta que ya no aguanté mas y comencé a darle mi leche, en mi mente, pensaba que dejaría que se tragara todo mi semen para no mancharla, pero cuando comencé a sacar la leche, mi verga no hizo caso y empezó a aventar chorros en su cara, chorros y mas chorros en un poderoso orgasmo, le calló hasta en la ropa.
Ya que terminó mi corrida, me preguntó donde estaba el baño, estaban en el piso de en medio del edificio. Se quitó los zapatos para bajar sin hacer ruido y fue a asearse. El poli subió, pienso que si escuchó todo, pero me hizo el paro y esperó hasta que terminó el palito. Desde la escalera del piso intermedio me dijo, quiero ir por un refresco a la tienda, me espera para no poner la alarma porfa? Yo todo deslechado con la verga todavía con labial de mi morrita, le dije que si, que lo aguantaba. El vato me dijo eso, para que Mary pudiera salir sin culpa y sin esconderse. Nos apuramos y se salió sin que el guardia hubiera regresado. Al salir, le puse un billetito en la bolsa al guardia “para tus chescos compa” y me fui.
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