Este relato es la continuación del primer encuentro con la esposa infiel de mi amigo.
La primera vez que follé con ella, me confesó qué su culo era virgen.
En aquel primer encuentro le había metido un dedito en el culo y quedó con ganas de probar más.
Así que quedamos de vernos de nuevo para estrenarla.
Mi esposa y yo practicamos sexo anal regularmente y he aprendido muy bien como hacerlo.
Bueno, pues ahora tenía a la esposa de mi amigo acostada boca abajo y yo sentado arriba de ella a la altura de sus rodillas para darle un masaje en la espalda.
Comenzé a frotarle el cuello con un aceite y recorrí toda su espalda. Luego llegé hasta sus nalgas.
Las abría de par en par ver su ano y de vez en cuando acercaba mi pulgar haciendo un poco de presión en su culo.
Luego enterré mi cara entre sus nalgas y comenzé a chuparle, ella gemía suavemente.
Mi pene ya estaba bien duro y le dije…
“Estas a punto de perder tu virginidad anal y te aseguro que te va a encantar…”
Lubrique mi verga y lo acerqué hasta la su culo. Cuando lo sintió, apretó su ano, lo cual es normal al principio.
Le di una nalgada diciéndole…
“Afloje el culo mi amor paraque me dejes entrar…”
Esperé unos segundos para que se relajara y luego fuí metiendo mi polla muy despacio para no lastimarla. Primero entró solo la cabeza y ella gemia de placer y de dolor.
“Ayyy, mmm, me duele..! Pero se siente rico..”
“Aguanta mi amor, vas a ver que pronto lo vas a tener bien adentro y lo disfrutarás tanto como mi esposa…”
Poco a poco le fui ensartando mi verga hasta que llegó a fondo.
Lo mantuve ahí dentro un momento para darle oportunidad a que su ano se relajara y se acostumbrara a mi verga. Luego lo saqué completo y se lo volví a meter despacio pero con más facilidad. Hice esto un par de veces más y ahora no le dolía. Enonces ya podía arremeterla con mejor ritmo.
Después de unos minutos así, le dije..
“Pon tus rodillas en la orilla de la cama con el torso levantado mi amor qué ahora se va a poner bueno…”
Estando en esa posición, le metí de nuevo la verga.
Ella gemía delicioso…
“Ayyy, mmm, síííí, que rico..!”
“Ya ves que ahora entre bien fácil mi amor. Ya te tengo bien roto el culo…”
Después de unos minutos así, le dije al oído…
“Masturbate buentras te cojo el culo…”
Ahora gemía delicioso, pero de pronto sonó su celular. Era su esposo…!!!
“Oh no..!! me esta llamando mi esposo…!
“Contesale…!”
“Ok, pero guarda silencio…”
Se inclinó hacia adelante para contestar y quedó en posición de perrito. Mi verga salió de su culo mientras hablaba con su esposo. Yo escuchaba la voz de mi amigo pero no entendía lo que decía…
“Hola mi amor, como estas..?”
…..
“También bien…?
…..
“Como te va en el trabajo…”
…..
“Que bien. Vas a llegar a las cinco..?
…..
“Ok..”
Mientras charlaba con su marido, le volví a meter la verga hasta el fondo, se le resbalaba con mucha facilidad…
Entre cerró sus ojos y se mordió el labio tratando de reprimir sus gemidos.
“Que quieres de cenar mi amor..?” Continuó diciendo…
“Ok, mi amor, la cena va a estar lista para ti para cuando llegues. Te amo, nos vemos al rato. Un beso…”
La muy descarada diciéndole a su marido todo eso mientras yo le estaba dando bien duro por atrás…
“Ahh que bien disimulas…”
“Dale, papi, cogeme rico…”
“Ufff, andas bien arrecha verdad..? Ves que lo estas disfrutando mi amor..?”
“Ahhh síííí mi amor, dale, no pares..”
“Tú diciéndole a tu marido qué lo amas y yo dándote bien duro por el culo..”
“Ahhh me fascinas..! Damelo duro papi…”
“Masturbate mi amor y cuando estés a punto de venirte, me avisas..Ok?
“Ok…mmm ahhha, síííí qué rico, me duele rico papi, ayyy, mmm…”
Yo había estado reteniendo mi orgasmo y le decía que se masturbara bien rico..
“Así, mi amor, dale a ese coño, vamos, dale rico…quiero ver la cara que pones teniendo un orgasmo…”
“Ahh…mmm, síííí, que rico..!”
Luego de unos minutos así, comenzó a jadear próxima al orgasmo..
“Ayyy, sí, sí, sí, ya… me voy a venir, me voy a venir…!”
“Mmm, que rico mi amor..!”
“Ya, ya, sí, ya, me estoy viendo..!”
La agarré de la cintura y arremí bien duro contra su culo y la llené de
leche.
Nos vinimos riquísimo…!!!⁸
“Sabes, me encanta la cara que pones cuando te estas viniendo…!”
” ahh síííí… y que caras hago…?”
“Pues pones una carita de arrecha qué me fascina. Te ves divina viniendote…”
Descansamos un rato en silencio y luego le dije…
“Ves..? Te dije que lo disfrutarías mucho igual que mi esposa…..Hoy cuando veas a tu marido, recuerda a quien le diste tu virginidad anal y que yo fuí el primero en llenarte ese culo de leche…”
Ella quedó tan encantada qué se convirtió en una amante del sexo anal. Le gustó más que a mi esposa y me lo pedía casi siempre qué estábamos cojiendo…
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