La vida a veces nos coloca en situaciones inesperadas; un error puede abrir puertas a secretos prohibidos que transforman relaciones y desafían la moral.
Hacerme la paja es un ritual. Todo el mundo se hace la paja, la puñeta, se masturba o como quiera llamar la necesidad o gusto por desfogar tensión sexual cuando ninguna persona está al alcance.