Una fiesta de sexo repentina en la disco
El sudor que aquella diosa en la disco emanaba iba deslizándose como gotas de sexo por su pecho terminando íntimamente es sus pequeños senos que por el calor del lugar se habían pronunciado entre su blusa
La silueta de sus caderas me volvían loco. su movimiento de cintura en un ligero vaiven que danzaba al ritmo de la música hizo que mis ganas de acercarme a ella fueran más evidentes. La joven de pelo negro con ojos marrones que brillaban tímidamente bajo la luz de la disco. sus perlados ojos me miraron con ternura y un poco de excitación. el sudor que aquella diosa emanaba iba deslizándose como gotas de roció por su pecho terminando íntimamente es sus pequeños senos que por el calor del lugar se habían pronunciado entre su blusa. Le sonreí esperando con esto romper el hielo, La joven me sonrió y luego mordió sus labios sensualmente.
Como deben de suponer mis deseos carnales iban por una autopista sin frenos que solo querían detenerse en medio de sus largas piernas. Camine entre la multitud como si de un hechizo se tratara, sin ninguna objeción la joven puso sus brazos sobre mi cuello rodeándolo. podía sentir su calurosa respiración mientras todo mi cuerpo temblaba. sus carnosos labios se unieron a los míos y pude sentir como su húmeda lengua luchaba con la mía, la apreté con fuerza hacia mi miembro erecto, la falda de la chica se movió tímidamente mientras yo notaba que esta no llevaba nada debajo de ella. esto me hizo enloquecer aun más. con mis dos manos apreté sus nalgas y ella emitió un pequeño gemido. dejo de besarme y dirigió sus hermosos labios hacia mi oreja. por un momento pensé que todo terminaría, pero un micro beso en mi oído iba a desencadenar una lluvia de impulsos sexuales que no podría seguir conteniendo.
otro gemido en mi oído, moví mi indice lentamente esperando que esto desatara una lluvia de gemidos por su parte ella me desabrochaba la cremallera y mi miembro salia a la libertad
Su melodiosa voz como un canto de sirena me invitaba a realizar el acto que los dos deseábamos frenéticamente. la mujer dejo de abrazarme y tomo una de mis manos, dirigiéndola hacia su vagina. esta estaba tan sudada por el caluroso baile que introduje mi dedo lentamente. otro gemido en mi oído, moví mi indice lentamente esperando que esto desatara una lluvia de gemidos por su parte ella me desabrochaba la cremallera y mi miembro salia a la libertad. ella lo tomo en sus manos y empezó a excitarme aun más. La despampanante mujer giro de repente he hizo que mi dedos saliera de su vagina, subió su falda un poco y apretó sus delicadas nalgas contra mi pene. por su puesto que supe esto que significaba y lo introduje en su ano. el mejor gemido que hubiera podido escuchar en mi vida bailaba en mis oídos. tome las caderas que tanto me volvían loco y las empuje una y otra vez al compás de los gemidos de la chica que aun mas excitada gritaba en medio de la disco.
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