Iba entrando a las duchas para bañarme, pero escuché unos leves gemidos que provenían del fondo, me asomé cuidadosamente y lo que vi me sobresaltó y al mismo tiempo mojó mis pantis sin quererlo. Estaban tres mujeres una sentada en una silla con las piernas bien abiertas, otra chica mamandole el toto y otra de pie con sus manos en la cabeza de la que mamaba como posesa y diciéndole: Así, mamale el coño así, bien que rico.
Eso hizo que se me herizara la piel y decidí meterme la mano en mi entrepierna y darme placer mientras veía esa escena pornográfica. La mujer de la silla gemía y estaba como vizca.
– Ohh que rico, así así sacame la leche que bien lo haces, oh que rico, así mamame el toto así Perra, Ohh.- decía la mujer de la silla abriéndose más de piernas y con una mirada perdida.
– Ohh, ya me vengo, oh que rico tomate toda mi leche perra, así así- y se vino tanto que le embarro no solo la boca de leche sino que también casi toda la cara.
– Ahora hueleme el coño, mete tú nariz en su vagina con leche y huelela, así aprendes lo que es una perra y la respetas.-Decia la que le sostenía la cabeza.- Y ahora me lo tendrás que mamar a mí así de rico, y me tendrás que sacar toda la leche que tengo en el coño, o sino haré que le tengas que comer el toto a todas las presas y también a las guardias.- dijo la presa quitándose la los pantis y el pijama de abajo- ahora mama y saboreame el toto bien rico.
La presa estaba siendo obligada a mamar coño, esoe pareció muy feo pero al mismo tiempo me excitó. Iba a salir cuando de repente entró una presa alta, morena y de buen fisico.
– Ah pero que tenemos aquí, una chica espiando- dijo ella mientras me sobaba el cabello, yo quise uir pero ella me detuvo rápidamente.
– Pero a donde vas, si ahora es que vas a saber lo que es bueno. Tírate en el suelo sin ropa- me ordenó.
– Pe.. pero yo… yo no puedo es que…
– Es que nada, obedece si no quieres pasarlo mal todo el tiempo que estés aquí en la cárcel. – Yo como no quería tener problemas obedecí, me quité la ropa y me acosté en el suelo húmedo.
– Ahora abre bien las piernas, que te voy a mostrar cómo se mama bien un toto rico como el tuyo
– Pero es que lo tengo sucio, no me lo he lavado aún
– No importa así sabe más rico, sucio y con olor fuerte a hembra.- Alto seguido de decir esto se arrodilló y comenzó a mamarme el coño tan rico como nunca nadie me lo había hecho, me metía la lengua en el chocho, lo lamia en círculos y luego la saca para saborear mi leche, y así. Luego vino la chica que recientemente le habían mamado el toto, se agachó delante de mí cara y me dijo:
– Mamamelo, mamame el coño y haré que te protejan aquí.- le hice caso y empecé. Le agarré las nalgas, se y le abrí con los pulgares el chocho y le metí la lengua. En consecuencia de esto ella gimió y comenzó a moverse sobre mi rostro haciendo que toda mi cara se mojara con sus fluidos y que mi nariz oliera su fuerte olor a coño. Mientras la otra chica me mamaba el toto, estaba bizca de tanto placer y ella decía: Ohhh que rico toto tienes, dame la leche dale. Ella me mamaba la vagina, metía y sacaba lentamente la lengua y me apretaba las nalgas, estaba bizca la mujer, mamaba como posesa y mientras lo hacía se iba tocando ella misma. Yo abrí más las piernas y le pegué la cabeza más al toto para que me metiera la lengua más adentro, ella entendió y lo hizo.
Yo estaba bizca de tanto placer, le mamaba el toto a la otra chica con mucha morbosidad, tenía toda la boca embarrada de su leche y aún así quería más, le metía la lengua en la vagina y le hacía círculos lentamente y sin parar, la chica a la que le mamaba el chocho se dió cuenta así que le dijo a la otra que me mamara más rico el coño para que me vinera toda, yo mientras le mamaba el toto a la chica y ya está se comenzaba a venir, me pego con fuerza el chocho a la boca para que se lo mamara bien y me tragara toda su leche y me sostenía la cabeza, ella estaba bizca de tanto placer al igual que yo, ella decía: Ohh si mamalo asi de rico, Ohh venga no pares tragate toda mi leche asi rico, ohhh que rico, y restregaba todo su coño en mi cara. Yo tambien me vine bastante en la boca de la otra ella me nalgueaba y me decía que le diera toda la leche, y así fue me vine toda en su boca.
– Que rico te viniste perrita, ahora prepárate porque te la vamos a seguir mamando y tú también sacarás bastante leche de nuestros totos.
FIN
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