La flaca y el gordo

Flaca y Gordo en la tienda
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Me llamo Erick tengo 26 años por lo general me atraen mujeres grandes y robustas de piel morena, pero solo es un capricho, aunque es el tipo de mujeres en que particularmente más llama mi atención.

Me llamo Erick tengo 26 años por lo general me atraen mujeres grandes y robustas de piel morena, pero solo es un capricho, aunque es el tipo de mujeres en que particularmente más llama mi atención. Eran casi finales de el confinamiento que trajo consigo la pandemia (aunque aún no lo sabíamos), hubo muchos cambios para nuestra vida diaria y por desgracia para mi termine siendo de los que subieron de peso por el encierro, estoy acostumbrado a estar en procesos creativos y en esta situación todo lo lleve a jugar en mi contra. Sabía que podía bajar de peso después pero no sabíamos cuando pararía este desmadr3. Sin embargo, no todo fue a mal. La pandemia nos agarró a Leslie y a mí en medio de un proyecto el cual nos obligó a rentar un departamento en una colonia al sur de la ciudad de México. Encerrado con mi mejor amiga de la infancia por tiempo indefinido parecía divertido, digo, si hemos compartido 20 años de amistad, nuestra primera p4ja, nuestra primera vez, nuestro primer intercambio y primer trio entre otras aventuras más, que más daba estar con ella 1, 2, 3 o 12 meses, ¿o no?, en fin. Un día Leslie recibió una llamada de una amiga que por fin había podido salir del confinamiento en Europa y que le urgía un lugar para quedarse a lo que ella inmediatamente lo consulto conmigo: – Güey, dice Leo que si puede quedarse acá con nosotros en lo que ve a dónde se mueve. ¿Cómo ves?- – Simón, sin pe2- Contesté. Faltaba un día para la llegada de Leo, Leslie y yo habíamos casi terminado el proyecto y entodo este tiempo no tuvimos ni tiempo de coj3r, ni masturbarnxs, ni nada, estábamos atrapados en una espiral de preocupaciones por nuestros familiares, por mantener equilibrado nuestro estado de salud, mental y anímico que lo que nos mantenía cuerdos se disipó por un largo periodo. Por fin llegó el viernes, tomamos el carro hicimos algunas compras de víveres ya que ahora seríamos 3 en el departamento y había que duplicar insumos de todo. Pasamos a casa nos dimos un baño, cogimos los cubre bocas de nuevo y fuimos al aeropuerto por Leo, nos tomamos un café y caminamos rumbo al área de llegadas. Al abrirse las puertas automáticas salió una chica de 1.49cm de estatura, de facciones pequeñas, boca y nariz chica, ojos marrones y cabello negro corto, de piel blanca, super delgada, supuse que modelaba o algo por el look que traia, falda pegada un poco arriba de medio muslo, blusa de pana escotada que dejaba ver las medias lunas de unos senos respingados como lámpara mágica y de pezxnes prominentes que se marcaban por el frío de la mañana, rápidamente Leslie se acercó a auxiliarla con sus maletas y después de una breve sanitización se dieron un largo abrazo y me presento: – El es mi hermanito Erick. (Siempre nos hemos presentado así) Erick ella es mi amiga Leo de la agencia donde trabajaba.- E incómodamente ambos entonamos al unísono un: – Qué tal, mucho gusto!- Y después del cruce de miradas incómodas le pedí las llaves a Leslie y les di su espacio para que conversaran a gusto. En breve Leo hizo un comentario: – ¿El es Erick?- pregunto Leo – Sí, ya te había enseñado fotos de el, ¿lo recuerdas?- le respondió Leslie – Pfff! Está gordisimo güey, así no se ve tan guapo, pero bueno solo me quedaré dos días y ya no el mes. Todo esto de subir de peso me traía incómodo, desde el último año de primaria que no estaba arriba de mi peso y por eso opte por adelgazar a como diera lugar. El asunto es que me sentí un poco mal con el comentario de Leo hacia mí persona. A lo que Leslie reaccionó volteando los ojos y le dijo: – No seas pinch3 mamxna, ya compramos cosas para tú estadía, ya movimos las cosas del estudio a la recámara principal para poder dejarte el sofá-cama ahí, Erick y yo vamos a dormir juntos mientras compramos un colchón para ti el siguiente finde’, no la cagu3s. Mejor cuéntame ¿Cogist3 con el alemán o qué pedo? Y el semblante de Leo cambió de inmediato. Ellas continuaron en su conversación y yo me adelante, algunos metros adelante me sentí caminar solo y al voltear ya no las vi, en ese momento entra una llamada de Leslie – Wero nos metimos al Wings, te hablé pero traías tus audífonos, ¿Quieres venir? Leo quiere desayunar.- Apuntó Leslie. – No negrita, gracias estoy bien, les dejo charlar sin falla, se me antojó un cigarro, avísame cuando estén por terminar para pasar por el carro y recogerlas afuera.- Replique. – Dale, nos vemos werito- Terminó Leslie. Tras colgar, salí del aeropuerto y busque un vendedor de cigarros. Ya hacia algún tiempo que no fumaba tabaco, compré un par de Marlboro’s, me puse mis audífonos y bebí del café que aún me quedaba en el vaso. Por alguna razón el olor de Leo se me quedó en la nariz. -¿Carolina?, ¿Channel? Se que he olido antes este perfume.- Pensé en voz alta. Vibra mi celular y era un mensaje de Sandra ( una chica con la que estuve en un seminario, es de 1.59 de estatura, con rastas, pechos copa 36 B es de esas chaparritas caderonas, tiene nalgas redondas de gym, piernas grandes, ojos verdes, tatuada y con varias perforaciones estratégicas que la hacían lucir hermosa) que decía: – ¿Estás? Oye necesito hablar. ¿Te puedo video llamar?🥺- A lo que respondí: – Sup? Sí, márcame.- En lo que hacía la llamada me prendí mi cigarro, me supo mejor de lo que esperaba después de no fumar un tiempo, me trajo sensaciones y recuerdos de babosadas que hacíamos más morros y a una mujer que marco mi vida; vibro el teléfono y lo tomé, estaba Sandy hermosa como siempre con todo y fachas que usaría un domingo cualquiera, pants holgados y una ombliguera de manga larga afelpada. – Cielos, estás tan…- – Gordo. Ya sé.- Interrumpí yo. – No baboso, jajaja!- río Sandra -Yo iba a decir guapo, te sentó re-bien la cuarentona jajajaja- dijo refiriéndose a la cuarentena. – Sí? Digo, no creo, jajaja, whatever ma’, ¿Qué pasó amiga, en qué puedo ayudar?- pregunté. – Voy a exponer sobre las frecuencias pero lo quieren audiovisual y no tengo equipo y no conozco a nadie que tenga lo adecuado que no seas tú. ¿Me prestas el equipo? ¡Please!- dijo Sandra. – Jajajajaja – reí fuerte y le di otra calada al cigarro. – Con razón estoy guapo el día de hoy, ¿Verdad?- saque el humo. – Para nada amigo, tú sabes cómo te veo- agrego Sandra en un tono sexy. – Sabes que no pido ayuda a nadie pero está vez no veo como salir, y ya es para el 27 entonces nos queda un mes y no me va a llevar ni tres días, Chris (su pretendiente) lo graba y la postproducción yo la hago no quiero que te desenfoques de tu proyecto amigo. Entonces. ¿Me ayudas? Por fa’.- – ¡Ni hablar manita! jajajaja – exclame. – Mira hoy llegó una amiga de Leslie y como que está algo incómoda conmigo en el departamento, ¿te parece si te veo en plan medio día y nos echamos unas frías en tu casa?- propuse. – ¡Le sabes bebé! Ya es un hecho que aquí nos vemos. Te quiero amigo. ¡xoxo!- y colgó. Apenas le di tres jalones al cigarro y para cuando quise darle otra vi que ya se había consumido hasta topar con el filtro. -¡Pinch3 madre!- pensé. Me iba a prender el otro pero de manera casi instantánea me llegó el mensaje de Leslie diciéndome que ya estaban pidiendo la cuenta, así que fui por el carro puse la playlist habitual y acerqué el carro a la salida que quedaba cerca de las escaleras del Wings. Leslie subió las maletas con Leo entre risas. Se subieron al carro y Leo fue pegada a su teléfono la mayor parte del camino, mientras que Leslie y yo veníamos hablando del proyecto y aprovechando la conversación fluida le dije lo de Sandra. – Oye negrita, voy a ver a Sandra como a medio día porque le voy a prestar una cámara, un flash y un rebotador para su exposición y regreso para cenar juntos. ¿O ya tienen plan?- pregunto mientras miro a Leslie y después a Leo por el retrovisor. – Sí, está bien Wero. Solo deja la Canon para seguir chambeando nosotros y llévale la otra que no vamos a ocupar y sobre lo de la cena… – voltea a ver a Leo- Yo creo pedimos para no cocinar ¿no? – me vuelve la mirada y dice: -¿Qué les parece?- – Por mi está bien, no sé ustedes- dijo Leo en un tono serio. – Dale pues, ese plan se queda – respondí Frote el lóbulo de la oreja de Leslie al mismo tiempo que ella postraba su mano en mi muslo cerca de mi entrepierna y pude ver la reacción de Leo por el retrovisor un poco indescifrable, porque no fue de disgusto ni tampoco en otro tono solo sostuvo la mirada en la confianza que teníamos Leslie y yo y de dispuso seguir en su teléfono. Llegamos a casa, bajamos maletas reímos un poco entre bromas, le enseñamos el lugar a Leo y dejamos que se instalará a solas. Yo me puse a prepar el equipo que tenía que llevar con Sandra y Leslie me besó en el cuello fugazmente y me dijo: – Ten mándale de los cupcakes que hicimos con sus flores y nuestra exitosa y nueva receta. ¡Dile que los disfrute!. Te veo al rato werito.- concluyó mientras me daba un beso en la boca apretando mis mejillas con su mano. Ya un poco más tranquilo sobre la atmósfera que dejaba en casa donde seguramente Leslie tranquilizó a la Leo que había conocido momentos antes pude partir sin esa presión de convivencia cuando llegara a casa más tarde. Paré en el OXXO cerca de casa de Sandy y compré unas Miller. Le marque cuadras antes, así para cuando llegara ya estuviera afuera esperando. Nos dimos un beso en la mejilla un ferviente abrazo y bajamos las cervezas y el equipo, Sandy fue a dejar el equipo en su sala y yo espere en el patio y me destape una cerveza, el sol estaba en el punto perfecto sobre su jardín y la mesa del patio, le di el primer trago y saqué el otro cigarro que compre en el aeropuerto me prendí y tome un cenicero de debajo de la mesa en donde estaba sentado, sale Sandra con un top naranja un overol de mezclilla y sus rastas envueltas en una manta que ella misma entinto. Pasa por detrás de mi y deja esa estela de aroma entre marihuanv y escencia de tienda esotérica con un toque de naranja. Simplemente embriagante. Destapa una chela de la mesa le d un trago, eructa y se prende un porrx y acto seguido me dice sin titubear: -¿Ahora por qué traes lo de estar gordo cabrxn?- A lo que respondí: – Pues todo estaba en mi cabeza hasta que la amiga de Leslie hizo el comentario de que estaba muuuy gordo y dando a entender que con tal de no verme solo se quedaría dos días y buscaría quien la dejara quedarse en lo que ve lo de su departamento nuevo y ¡chale!, no pensé en que mi físico  podría incomodar a alguien, es más, tú me conociste delgado pesando 70kg y ahora ve, 109kg, no me deprime machín, pero sí me molesta, me es difícil perder peso. – le di una calada larga al cigarro y tire la  ceniza. -Y más con todo esto del proyecto y la pandemia y sumale ahora la amiga de Leslie en qué momento voy a meterle candela a la panza- tome de mi cerveza y saqué el humo. Sandra me vio fijamente mientras bajaba su lata y soltó una carcajada estruendosa y entre la risa dijo: – ¡ Ay no digas mvmadas, Pinch3 Erick! – cuando calmo la risa tomó aire y con tono serio Sandra continuó: – A ver, quítate la playera.- – ¡¿Qué?! ¡No Sandra!- respondí algo molesto. Se acercó a mi me puso de pie y me dijo en un tono muy sugerente – Que te la quites, quiero verte.- mientras mordía su labio. Sentí como la presión volvía poco a poco hasta que Sandra agrego: – Tú lo has dicho te conocí delgado y se que lo volverás a estarlo pero ahora quiero verte. Así que déjame verte. Sandra tenía un punto a favor me estaba limitando a algo que no me gustaba de morrillo cuando ahora las cosas eran diferentes. Entre el olor embriagante de tener cerca a Sandra y lo decidida que estaba y que me contagió el “por qué no” me la quite y dejé ante ella mi versión más aberrante mis pectorales se convirtieron en te3tas mi abdomen paso a ser una panza con algunas estrías y flácida que colgaba un poco fuera de su lugar. Si bien mis brazos no habían perdido tanta forma si tenían más grasa. Y ahí tenía a Sandra de 1.59cm frente a mis 175cm y 109kg de pura gordura y la primera reacción de Sandy fue abrazarme. – ¡mmmmh!- exclamó en gemido y llevo su boca a uno de mis pezones y lo lamió detenidamente succionando un poco mi pectoral regordete acción que intente parar pero me fue imposible. -Que rico te ves, mmmmh, mirate, podría estar así todo el dia.- dijo entre gemidos Al principio creí que lo hacía solo para hacerme sentir bien pero sus manos entraron en mi short desde la parte de atrás para sentir mis piernas que también estaban aumentadas de tamaño por la grasa pero aun duras del ejercicio que hacia. -Exageras Sandy, con este cuerpo no tengo ánimo ni de jalarmela- dije. – Papito – dijo mientras tomaba mi mano y sus labios jalaban una bocanada de su porrx, se acercó a mi boca y me pasó el humo donde apenas si sus suaves y gruesos labios tocaron los míos en un roce lleno de lujuria, Sandy continuó diciendo – No le has visto el lado bueno- mientras palmeaba mi gorda panza, ambos sacamos el humo-, verás, en primera hay algo que se llama seguridad y esa seguridad la vuelves en un sex appeal con las hembritas cachxndas como yo, portate dominante aparte tu has demostrado que tus 17cm de v3rga rica no le piden nada a los 22cm de cualquier dotado que no sabe menear la sopa y yo soy testigo de ello eres de mis top 3 de palos que quiero repetir cuando se me moja la cxncha y sabes que te he video llamado super caliente. En segunda así de cochino como eres y con esta apariencia puedes hacer que mujeres flaquitas tengan su fantasía con un gordo cochinote que les dará mucho asco según ellas pero van a obedecer por el simple hecho de ser imponente. No te me agüites bebote, mejor en lo que vuelves al ejercicio desquitate la botarga siendo como eres, igual y hasta bajas de peso.- Sandra se puso de espaldas y con m panza descansando en su redondo culx se pegaba a mi miembro y se tocaba la entre pierna me dio un beso en la boca largo y con mucha saliva por ambas partes y me decía al oído: – Cxjete a esa tal Leo verás que no se va a querer ir y demuestrate que puedes hacerlo así verás que tengo razón y después,- hizo una pausa para mordisquear mi p3zón y retomo: – después vienes y me cxjes a mí también ¿Sí?- Llevó mi mano por dentro de su overol a su entrepierna que estaba recubierta por lo que parecía un cachetero de encaje que estaba empapado, lo hizo hacia adelante para que metiera mi mano y sentí su riquísimo piercing del clítxris y las argollas de su vulv4, empapó tres dedos en su caliente y dulce miel al tiempo que gemía de gusto al sacar mi mano se llevó dos dedos a la boca y los chupo de forma sensual, el tercero me lo dio a probar y dijo: – Sé que quieres repetir, tiene un año que no te tengo aquí.- mientras se giraba a mí y ponía mi mano entre sus nalgas por fuera del overol. Nos dimos un beso y nos acabamos nuestra cerveza entre pláticas sobre temas como la situación del país, películas y series, también le compartí adelantos del proyecto y al terminar le dejé los cupcakes que cocinamos Leslie y yo y le dije: – Ten chaparrita, te los manda Leslie, es la nueva receta que hicimos con tus flores.- Los olió profundamente y se dibujo una cara de excitación. – ¡Ayyyyyy! Son los mejores bebote, en breve me comeré uno en lo que llega Chris para grabar cuánto antes.- dejándolos en la mesa del jardin. -Y recuerda lo que hablamos- me decía mientras apretaba sus pezones perforados por encima de su top que vestía sin bra. – Te voy a preguntar y te voy a esperar Erick.- abrí el carro y le di un abrazo – Eso lo tengo seguro Sandy, nos vemos chaparrita- le dije mientras arrancaba el carro. Ya cerca de casa compré otras cervezas, un Bones y un tequila para unas Margaritas. Llegando al departamento abro la puerta y está Leo en la mesa con las tetas de fuera frente a su computadora ya que estaba en video llamada con el supuesto alemán que pretendió a lo largo de su viaje. Ella abrocho su blusa y pase de largo a la cocina como si no hubiera visto la escena metí las cosas al refri y me fui a poner cómodo, pero al entrar en la habitación noté que Leslie no estaba, le marque y al contestarme me dijo que llegaría pasadas las 12 porque su abuela había estado aquí y nunca pudo ir a visitarla por todo el rollo sanitario que había y su paranoia de la señora de poder enfermarse así que por fin iba a regresar a Tijuana y después de todo Leslie no podía  desperdiciar la oportunidad, agregando que me encargaba a Leo.
Me metí a dar un baño para relajarme y en la cabeza me daba vueltas lo que había hablado con Sandra, Leo a pesar de ser muy linda me era indiferente, no era alguien con la que me apeteciera estar pero ahí, en ese pensamiento, lo empaté con el que yo tampoco a ella aunque todo esto de pensar en cómo lo haría me hizo agarrarle morbo a la figura de Leo.
Me quite el jabón me puse toalla y fui a la habitación decidido de hacerlo faltaban unas 5 horas para que Leslie llegara, así que me puse un short de baloncesto y una playera de tirantes que me hacía ver cómo gordo baquetón. Y salí a la sala. Leo estaba de espaldas acomodando su lap en su mochila y dijo en tono serio: -Oye, me dijo Les que iba a llegar tarde, te parece si…- Al voltear y verme como estaba vestido se quedó mirando al rededor de 5 segundos cambiando el semblante a uno de disgusto y prosiguió en tono grosero. -…te parece si pides de comer. ¡Yo voy a salir también! ¿Ok?- Tomó su abrigo y su teléfono de manera automática y dándose prisa para llegar a la manija de la puerta. Me sentí enojado por el comentario y decidí que esa sería la chispa que usaría para hacer que sucediera.

En su carrera por salir del departamento la tome del brazo un tanto brusco y la retrase y le dije. -¿Tú también te vas?- Soltó un quejido de repulsión y con la mirada abajo apenas y susurro “Que asco!”.
-Contéstame Leo, ¿Tú también te vas? Traje bebidas, ¿Por qué no bebemos y ahorita comemos, eh?- Leo tomó fuerzas para verme y jaaloneandose para salir de mi agarre dijo:

-¡Sueltame pinche gordo, me das asco!
-No creo que esos sean los modales europeos que aprendiste para estar en un lugar en el que se te ha dado la oportunidad de quedarte ¿O sí?
-¡¿Qué quieres güey?!
-Lo que va a pasar es lo siguiente, le vas a bajar a tu desmadr3, te sentaras, tomaremos algo y me obedeceras en todo momento. ¿Entendiste bien?
-¡Vete a la vergx, pendejx!- la volví a tomar del brazo esta vez un poco más fuerte y la jalé a mi quedando de frente.
-A ver putitv, quise hacerlo por las buenas pero  ti te gusta jugarle a la ricachona malcriada- me acerque  a  su oído y con los dientes apretados le dije:
-Si no te gusta ser tratada como invitada entonces te voy a tratar como mi perrita. Te vuelvo a repetir, ¿Entendiste bien?
-Sí pero sueltame, por favor- Con un movimiento la solté en el sillón y tome una cerveza del refrigerador  la abrí y me senté a un lado con las piernas abiertas apretandome el miembro por encima del short y después urgandome la nariz.
La sujete de las mejillas abriendo su boca y le dije:
-Bebe
-No qui…
-¡Que bebas,  dije!
-¡uhglp!
-A si está mejor. Voy por algo y hay de ti dónde te quieras ir putitv. ¿Ok?
-Aja.

Dentro de los cajones de la habitación que compartía con Leslie teníamos bastantes juguetes y cosas entre ellas un traje de sirvienta que Leslie iba a vender porque se lo trajeron en talla extra chica y pues con las jugosas dimensiones de Leslie no le entró ni la pierna y pensé que para vertir a Leo sería buena opción, pero escuche el teléfono de Leo marcando y acudí a la sala de manera silenciosa pero rápida para que no ejecutará  la llamada le llegue de espaldas y tome su mano con el teléfono y colgué la llamada aventandolo en el sillón, ella quiso voltearse para confrontarme una vez más pero mi gorda panza la mantuvo entre el comedor y yo. Con mi mano derecha le tomé del cuello mientras mi mano izquierda aún sujetaba su muñeca.

-Parece que tú no entiendes y que hasta lo haces a propósito.-  Pase mi lengua por atrás de su oreja y de nuevo llegó a mi el olor de su perfume aspire su cuello fuertemente y apreté volví a su oreja y le metí la lengua en ella. Justo frente a nosotros estaba el colgante donde poníamos las llaves al llegar que tiene un espejo redondo en forma de sol donde por mi altura podía ver el rostro de Leo y en el momento en que volví a introducir mi lengua en su oreja pude ver que su cuerpo intentaba luchar contra mi amague pero su cara decía otra cosa. cambie de mano para tener en el cuello ahora mi mano izquierda y libre la derecha que baje a su pantalón mientras le decia:

-Sabes bien putiv, me gusta que hagas berrinche. ¡Ufff, mira nada más, estás mojada! Eso quiere decir que te gusta lo que hago.-
– ¡Chingv tu madr3!
-Esa boquita es muy escandalosa.- Le metí dos dedos hasta el fondo, dio una arcada y me le pegué más haciendo presión. Con una mano tome sus dos manitas y la puse contra la mesa, con la otra desabroche su pantalón dejando ver una tanga de hilo gris que cubría su sex0 que se contraia y se veía empapado en los jugos de Leo,  con ayuda de mis tenis le saque los huaraches que llevaban sus pies hermosos y pequeños de uñas con barniz color verde olivo  y sacando por completo su pantalón.

-¡No, espera, haré lo que quieras pero así no, así no, por favor te lo ruego!
-No estas para escoger perritv, aquí va a pasar lo que yo diga.- Me saqué la playera con la mano libre y la subí bien en la mesa. Pará estas alturas ya la tensión se había disipado y la sed carnal se podía sentir en el aire del departamento. Subí uno de  sus pies un poco sucio por los huaraches y lo empecé a chupar como si me valiera la vida en ello el olor del cuero era notorio pero su propio hedor no era desagradable olía bien y sabía bien cuando pasaba mi lengua entre sus dedos, ella intentaba forcejear aún pero impuse más fuerza también noté que su sex0 se aguaba más y más.
Su corta estatura permitió que pudiera mantener mi agarre, lamí la planta de su pie y la metí en mi short al tiempo que le daba una nalgada brusca que dejó impresa mi mano en ella.

-¡Ayyyy! Me duele, me duele. ¡Por favor para!- decía mientras meneaba su pie en mi falacida verga dejándome toda mi saliva en ese momento solo pensaba en cargarla y cogermela pero tenía que seguir en el papel de gordo cerdo.
le saque el pie de mi bóxer y la bajé de la mesa para ponerla de rodillas la puse frente a mi bulto y con su cabello enredado en mi mano la restrregue en el hasta ponerme bien duro.
-Bajalo todo pvta, ahí está tu cena.- Ella obediente y sin dudar bajo mi short junto con mi boxer y así mis cortos pero gruesos 17 cm  le pegaron en la barbilla. Tomé mi cerveza de la mesa sin dejar de agarrarla por el cabello di media vuelta le ordene que me abriera las nalgas y me chupara el culo.

-¡No, por favor te lo… ¡ughlm! ¡ah!,  ¡ maldito hijo de p….!, ¡mmhglup! ¡ah!
-¿Qué dices putv no te oigo-

Volví a darme media vuelta, le di un trago a mi cerveza me acerque en su cara para eructarle y le dije:
-Me la estoy pasando bien.-
-Di: ¡ah!
-¡Esperaaaahg!.- Le deje caer un chorro de cerveza qu más que entrarle en la boca la baño mojando su blusa y goteando por su tanga gris que para estas alturas era una presa al bode implorando reventar. Lo poco que le cayó a  su pequeña boca pintada de rosa pastel me lo escupió en mi miembro y en repuesta le escupi la cara y le dije:

-Eres una perrx bien mal educada y por eso me gustas, parate.-  la jalé del cabello para ponerla de pie
-¿Sí, y?- replicó.
Conque ya vas a hablar, ¿eh?. Dime que te coja, así de malcriada como eres, ¡pinch3 perritv!.- Mordiéndose el labio y con la cara llena de mi escupitajo hizo su mejor línea en toda la noche y entre gemidos exclamó:
– ¡mmmmmh! Ya cojeme con tu asquerosa y gorda verga, ¡Pinche cerdo sucio!
-Ves como si puedes putitv, te costaba mucho ¿eh?- Le arranque su blusa de una dejando al aire esos pechos pequeños respingados de pezon3s grandes y prominentes rodeados de una areola café claro que contrastaban con su blanca piel. La cargue de una pierna para que me rodeara con ambas y debido a su ligero peso debido a su estatura y lo delgada que estaba no fue nada complicado. Y aferrada a mi me avalance sobre sus pezxnes mordiendolos y rodeandolos con mi lengua dejando de que mi barba, la cual no había recortado en tres días, le picara al rededor y entre sus hermosos y diminutos pechos.

-¡Que ricas tetas tienes putitv, son como gomitas de lo sabes que están!
-Ay, hazlo despacio me las estas llenando de baba malditx cerdo.
-Tú hablas mucha mierdx pero tu vagina no dice lo mismo.- le hice un lado la tanga y remoje un dedo en su néctar lo lleve a su anx y lo empuje, ella soltó un alarido de dolor y placer cosa que me proboco que me doliera la vergx de lo dura que estaba.
-Bebé soy tuya, solo tuya mi amor.- le di una achetada y conteste:
-No te voy a tratar on sutileza más te vale seguir en plan de putx si quieres que te coja.-
-Nada te tiene conforme putx gordo asqueroso, ni quien quiera cojer contigo por lo obeso que estas.
– Así está mejor pinche enana.- y procedí a meter un segundo dedo dentro de su anx como si de una bola de boliche se tratase.
Con sus piernas al rededor de mi, su culo posado en mi panza y mis dedos dentro de ella la lleve frente a la pared de espejo del estudio donde grababamos Leslie antes de bajarla pude ver como de reojo vio la grotesca escena en la que era la protagonista y por su mirada lujurioso pero impregnada de asco por el cuerpo que la sujetaba por el culo el cual apretó para aprisionar mis dedos con odio puro y comunicarme que verlo en todo sentido no era como se veía en la sala. La baje de espaldas al espejo y al verla ahí frente a mi tras el espejo con su fragilidad inspirada por su pequeñez ante mi obeso cuerpo, me dio una inyección de querer cojerla tan fuerte me fuera posible con todo lo que estuviera a mi alcance. La tomé por los hombros y la arrodillé otra vez para azotarle mi corta y gruesa vergx en la cara.
-Saca la lengua putv.
– Ah, aaaah.- le volví a escupir abundante en la cara y se la pasaba en toda la cara dejándosela caer en ocasiones.
– Están pequeña que no me vas a llenar a pesar de que este jodidvmente pequeña imbéc1l.- acto seguido se la empuje por la boca la cual al ser pequeña fue difícil de engullir ya que el grosor también me ayudaba a imposibilitarle sacarla de tajo. Hacia sonidos desesperados por respirar.
-¿Qué decías mvldita? Es que no puedo oirte.
-¡Aghjffdg, aaah!, eres una bestia, puedo comerlo no es difícil por lo pequeña que es.
-Demuestralo.
-¡Blupg! ¡agggh! ¡yaaggh!- sorpresivamente le había entrado más de la mitad y estaba a centímetros de poder hacer esa asaña su garganta apretaba mi glande y se sentía delicioso ai que pegue más su cabeza privando la de respirar mientras soltaba un grito potente de placer ella rasguñaba mis muslos y me pegaba en la panza con tal de que la alejara y le permitiera respirar en su desesperación, regalando me una imagen sublime donde sus ojos lloraban, su carita con el maquillaje desecho y su bile embarrado por su cara y por todo mi miembro era inigualable. Toda esa hermosa postal sumado a que sentí como soltó un chorro de squirt un tanto inhibido por su tanga que ya era agua más que tela, salpicando mis tenis provocando un abundante charco y que empezó a hacer presión con sus dientes en mi miembro duro como roca (cosa que siempre me ha encantado) me dieron una sensación de querer acabar en ella cuanto antes así que opte por  aventar al piso como una muñeca de silicon. Al dar el sentón de golpe dio un jalón de aire y empezó a toser y a jalar aire bruscamente arrastrándose por el piso como moribunda con las piernas temblorosas ver esa escena me llevó a masturbrme mientras veía como se iba a una esquina del cuarto a tratar de refugiarse de este monstruo.
Con sus manos diciéndome “tiempo fuera” y sin darle tregua la levante y ambos frente al espejo le rompí la tanga.
– Es- pe… No me ha… Da-me un se… (tragaba salía y jalaba aire) No me pue… No me pu-e-do paraar…-
Repetía en ocasiones con el habla entrecortado, me agache para admirar ese coñx hecho rio y aspire su sex0 embarrandome de sus fluidos y era agrio y embriagantes con ua lijera nota de cerveza que le derrame hace unos momentos y la nota dulce de su riquísimo perfume, sin dejar pasar más tiempo le pasé la lengua hasta su anx metiéndole a este último la lengua como perro hambriento.
Sin más  me incorpore tome ambos brazos con mi mano izquierda y la derecha sujetando fuerte su cuello haciéndo que se viera en el espejo, desalineada y sin un gramo de dignidad ante semejante trato. Sin usar las manos su propio cxño de lo húmedo que estaba le enseñó la estrecha entrada a mi pedazo de carne empujandola de un solo movimiento.
-¡aaaaaaaaaay, pinche cerdx, que rico cabrxn! ¡Vixlame, soy tu perrv, soy tu putx juguete pero cxjeme!
-Culx te va a hacer falta pinch3 putitv enana, serás tu la UE me pid a ritos que te cxja diario.

Le metía encabrxnadamente mi vergx mientras apretaba su cuello era tanta la fuerza que la levantaba del suelo cuando pasaba mis manos a través de sus brazos con mis dedos entrelazados en su nuca que cada embestida mi pelvis a separaba del suelo, rápidamente el cuarto se empezó a inundar de bao y el espejos empezaba a empañar del mismo.
Leo no daba crédito a lo que estaba pasando se puso flojita después de un rato y me buscaba la cara para besarme así que la volteé la cargue de nuevo para darle así, ahora ella sólita bajaba y subía me agarro del cuello y nos besabamos entre el sudor de ambos, su cabello, nuestras lenguas se entrelazaban como si siempre lo hubieran hecho, intercambiando cantidades de saliva sin mesura.
-¿El Alemán no te coje así verdad?
-No papito, no hace todo esto el es más educado cosa que tú no.
-Tengo una idea.- La deje caer de nuevo esta vez sobre el sofá-cama  del estudio puse un tripie y la cámara que se quedó y saque del closet de la recamara un dildo de Leslie de 20 cm bastante grueso puse el acrílico en el sofá-cama y le dije:
-Montalo, anda.
-Sí, ¡aaaay que rico esta!- me pare frente a ella y me lo empezó a mamar.
Continuamos así por unos 5 minutos hasta que se empujaba más mi vergx en su boca y al sacarla culpaba mis huevos con fervor y la empezaba a limitar ella buscaba la manera de volverla a introducir hasta que me miró y ajito dijo:
-Metemela otra vez.
-¡Gritalo!
-¡METEMELAA ERICK, SOY TU PUTV!-

Quitamos el acrílico y el dildo la puse en 4 frente a la cámara y el espejo y con el control remoto hice algo de zoom para encuadrarnos, sujete su cabello fuerte y le paseaba la vergv por su puxxa chorreada y la introducía intermitente ella gemia como una perrv sumisa y se quejaba de placer de manera escandalosa. Remojaba mi vergx en su vaginv hasta que sin decirle nada la apunte a su anx y la metí de golpe. El departamento se simbró ante el grito de dolor que a pesar de que se retorcía como yegua salvaje no le saque ni un poco.
-¡GORDO HDP!
-¡CAYATE PINCHÉ ZORRV!
-¡Duele!
-Dime que te la saque.- entre brincos y arrebatos logre aprisiona sus piernas con las mías la levante del cuello como caballito y empezó a bombearla bruscamente mientras mordía su espalda y apretaba sus pezxnes más se quejo que en lo que se estaba viniendo de nuevo ahora enésima de la cobija sobre el sofá-cama la volví a poner en cuatro y levantandole la cara hacia la cámara le dije:
-Dile quien soy.
-Baby, thats my daddy now, im so sorry babe. Please, forgive me! (Bebé, este es mi nuevo papi, lo lamento tanto cariño. ¡Por favor, perdóname!
-Dile quien eres
– I’m a bad, bad, bad bitch honey,  and now I’m the fuck1ng whxre of this fat mothrfckr and I like it (Soy una perritv muy, muy mala amor, y ahora soy la prxstitutv de este gordo hijo de pvta y me gusta.)

Cada estocada que le daba era como la gloria, fue tan rico sentir como le empujaba la mierdv por el trasero a esa pequeña mujer el apretarlo los peones y torcer la para cachetearla y besarla que lo gordo se me olvido me sentí como si estos kilos no hubieran estado ahí, su culitx rebotando en mi panza. La puse de frente ami con las piernas por arriba de las mías la agarre como si fuera cualquier cosa y la sostuve para bombearla y vino a mi esa sensación de cuando Sandra chupó una de mis tetxs que me hizo sentir mi eyaculación a la vuelta de la esquina así que le ordene a Leo que se pegara a mis tetxs de gordo y las chupara fuerte a lo que ella accedio estuvo haciéndolo unas tres veces y busco mi boca nos besabamos mientras rebotaba en mi panza con las embestidas que le daba por el culx rápido bajamos del sofá-cama la puse contra la pared para que viera el acto final de terminar usada.
mi panza reposaba en su espalda arqueada y una de mis manos apretaba su cabeza contra la pared y la otra aferrada a su nalga de manera brusca soltándole nalgadas bien puestas haciendo que gritara.

-¡Yaaaaaaaaaaa, me voy a venir! ¡Ya no aguantoooo!
-Ah no pvtita, tu te vienes cuando yo diga. reténlo a como de lugar.
-Lo intentaré pero si me sigues dando por el culx así de fuerte no lo prometo.

La apreté con ambas manos del cuello y empuje en repetidas ocasiones con mucha fuerza hasta que me pegaba en la panza indicándome que era momento, yo quería terminarlo de película, le saqué laa verga y me la limpie con su tanga en un movimiento veloz  igual que el movimiento en que la cargue volteada poniendo su cara en mi verga apreanola contra la pared para que no se la sacara siendo yo el que al sentir su garganta solté un chorro de semen que ya tenía rato queriendo salir llenándolo la boca al mismo tiempo que succión su clitoris como paleta de hielo y metí mi cabeza en su chocho para recibir su orgaasmo y beberlo todo.

Al terminar ambos la baje de piernas se sacó mi verga a de la boca la cargue de nuevo para besarnos con nuestros sabores bebiendo uno del otro.

-¿No que no pinche perrita malcriada?
-Yo nunca dije que no, solo que no me gustas gordo, pero me trague algo mas que mis palabras. ¿Podemos repetir en el tiempo que este aquí pero con alguien más ?
-Desobedece y veremos, bañarte hueles a perrv recién cogidx.- ella solo sonrió y se limpiaba los restos de nuestros fluidos de la mejilla.

Apague la cámara y la metí al cuarto sin desarmarla me prendí un porrx tome el fon y le mande foto a Sandra sentado en el sillón de la sala tapandome la vergx con una cerveza.
-¡Quiero!😍
-¡Tenias razón ma’! 😌
-Te lo dige bebote😏 descansa!😘
-Descansa😘

Prendí el ventilador para mitigar el olor a sexo de todo el departamento se escucha la ducha del pasillo así que procedí a lo mismo, pedí comida china y pasta para cenar, tenía 6 llamadas perdidas de Leslie y 2 mensajes recientes que decían: Werooooo! estoy en la tienda ¿llevo licor?- a lo que respondí que ya había comprado que trajera cigarros y cervezas.
Así en toalla salí con la jerga para limpiar el tiradero de cerveza de la sala para que no se viera aparatoso al voltear sale Leo del baño del pasillo igual en toalla y me la topo de frente queriendo regresar rápido a la habitación para cambiarme antes de que llegue Leslie, ella solo me robó el porrx de la boca  y dijo: – hoy duermo en un lugar muy cálido.- y se metió a la habitación del estudio sin más. Me cambié y como si adivinara al poner la mesa para comer llega Leslie a minutos de haber salido del cuarto. Entró me vio me dio un medio beso en la boca y me tocó el pecho.
Leo salió sin permitirle a Leslie siquiera mirar dentro el cuarto dio una sonrisa y dijo: -Ya hace hambre no? Jejeje.-
-Ajá, traje cerveza quieres?
-Sí
Ya en la mesa la actitud de Leo fue implacable como si del aeropuerto hasta ahora no hubiera pasado na’.
Yo igual que siempre pero fue el comentario de Leslie que nos evidenció la máscara.
-¡mmmmmm! ¡huele delicioso! y no es la comida, ¿no creen?
-¿Tú crees negrita?
-Yo no huelo a nada Les
Y Leslie soltó una mirada, una que conocemos bien ella y yo, dándome a entender que ella había llegado antes y los mensajes de la tienda solo fue una fachada.

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