Era un día cualquiera en la oficina, acababa de llegar y me dice mi jefa que dos compañeros no iban a llegar al trabajo, así que estaríamos solos ese día, no importaba, no habíamos tenido mucho trabajo en esos días, yo solo pensaba que en algún momento del día me encerraría en el baño para masturbarme, no tuve tiempo en la mañana y no aguantaba las ganas de desahogarme.
Después de un rato mi jefa me llamo a su oficina para ver varios pendientes, no había nada que hacer así que solo platicamos con calma de la situación en la empresa, que los compañeros faltaban mucho, tal vez ya iban a renunciar, pero los problemas estaban a la orden del día, los jefes presionaban mucho, yo no tenía problemas, me la pasaba tranquilo en mi escritorio durante el día, pero ella por ser gerente tenía que atender muchas cosas y los últimos meses han sido difíciles para ella, solo quería tomar unas vacaciones para despejar su mente, aunque tenía que esperar un mes para eso.
Debo admitirlo, aunque era una señora como de 50 años me parecía atractiva, y yo con la mitad de su edad no podría evitar fantasear con ella por las noches o en alguna de esas idas al baño, tenía una esbelta cadera, unos pechos pronunciados, piel clara y un cabello ondulado, cuando no llevaba el uniforme usaba vestidos pegados e incluso escotados, esos días no podía evitar dedicarle una o dos, pero me limitaba a eso ya que era mayor y por respeto a su posición jamás me atreví a insinuarle algo.
Ahí estábamos más de una hora platicando y aún no teníamos nada que hacer, yo como siempre divagaba mientras ella hablaba, el uniforme es blanco, así que era difícil no notar su lencería, ya imaginarás lo impaciente que estaba por salir a hacer lo mío, pero me contuve ya que en la plática pasamos de hablar de lo laboral a lo personal, ella sin duda estaba muy estresada, no podía dormir bien y ni hablar de los dolores de cabeza, me dijo que intento yoga y meditación pero no le ayudaba, yo trataba de darle consejos para el desesteres pero al parecer ya había intentado de todo, y claro lo primero que pensé en decirle es que necesitaba tener sexo para relajarse pero ni me atreví.
Me preocupa que mis vacaciones no me ayuden lo suficiente y al regresar siga con el mismo.
Dijo ella con un tono de desesperación y preocupación.
Como la plática se hizo muy íntima y tenía rato aguantando una erección por todo lo que pasaba en mi cabeza me atreví a decirle:
Bueno me dice que ya intento hacer de todo para relajarse, pero también ya intento…no se… ¿tener intimidad?, escuche que ayuda mucho para el estrés.
Tenía una disculpa preparada, no sabía cómo reaccionaría ante lo que dije, pero me sorprendió su respuesta:
¿Hablas de sexo?
Dijo de una manera confiada.
Pues no, creo que es lo único que no he intentado, también escuche que ayuda mucho, pero no tengo esposo ni pareja, y la verdad soy algo floja para hacerme algo a mí misma.
Me sentí aliviado por su reacción, he incluso me sentí en confianza para indagar más en el tema:
Bueno si no tiene pareja debe tener varios pretendientes que no dudarían en ayudarle con eso.
Pues si tengo pretendientes no lo sabría, siempre me la paso en el trabajo, sería más fácil meterme con un empleado a encontrar a alguien allá afuera.
¿En serio lo ha considerado? ¿hacerlo con un empleado?
A estas alturas lo haría sin duda, llevo como 3 años sin tener sexo por culpa de este trabajo.
¡3 años sin sexo! Me sorprendió mucho lo que dijo, no cabe duda que lo necesitaba, y con la enorme erección que cargaba a mí también me hacía falta. Y esta vez no lo dude y le dije:
Y que le parece si yo le ayudo con eso, hoy no tenemos trabajo podríamos coger si gusta y relajarse un poco.
¡¿Estás loco?! Hay cámaras por todos lados, y en el baño no me atrevería a hacerlo, y ni si quiera podemos salir de las oficinas, solamente queda esperar hasta que salgamos del trabajo.
Definitivamente era un sí para tener sexo, no tienes ni idea de lo loco que estaba para tomarla y hacerle todo lo que me imagine, no podría esperar 6 horas más para hacerlo o que tal si después se arrepentía, pero era verdad, las cámaras estaban en todos lados, excepto en un lugar…las escaleras:
¿Y que le parece en las escaleras? No hay cámaras ahí, tampoco ventanas, y hoy nadie pasara por ahí.
Ella se quedó pensando, era un lugar adecuado y efectivamente no había forma de que nos vieran ahí, me voltio a ver y me dijo:
Está bien, es un buen lugar, pero…no tendremos sexo, solo quiero que me hagas un buen oral y me masturbes, se trata de que yo me relaje.
Yo afirme que no había problema, no iba a pasar la oportunidad de al menos lamerle la vagina, claro que sin duda yo iba a masturbarme mientras se lo hacía.
Nos levantamos, ella tomo un suéter que tenía en su silla, fuimos a las escaleras y en el descanso extendió el suéter en el piso, es donde se acomodaría, yo estaba más que excitado que nunca, ella se desabrochaba el pantalón y fue cuando la note algo nerviosa, aún con lo decidida que se veía hace un momento, me le acerque y la comencé a besar, basto con un poco de lengua para que ella comenzara a entrar en calor, comencé a acariciar su trasero, era muy firme y me encantaba, me empezó a abrazar dando a notar que se emocionaba cada vez más, metí mi mano en su pantalón hasta llegar a su vagina y comencé a masturbarla levemente, poco a poco sentí como se humedecía y yo movía mis dedos cada vez más rápido, no podía seguir besándome porque empezaba a gemir.
Tanto se había excitado que se separó de mí, de inmediato se quitó las zapatillas, su pantalón y su braga toda mojada, se sentó en el suelo sobre su suéter abrió sus piernas dejando ver completamente su vagina, estaba muy húmeda y con el vello recortado que dejaba admirarla más, con sus dedos la abrió y me dijo:
¿Qué esperas? Quiero que la chupes toda.
Yo sin tardar más me recosté unos escalones abajo para quedar a la altura ideal, olía increíble, pasé mi lengua desde debajo de su vagina hasta su clítoris, el cual no deje de mover con la punta de mi lengua, y en momentos comenzaba a chuparlo, era muy deliciosa, no podía creer que llevaba tanto tiempo sin usar su vagina con lo increíble que era, ella ya comenzaba a gritar de lo excitada que estaba, talvez los gritos llegaban a la calle pero no nos importaba, empecé a meterle mis dedos una y otra vez mientras que no dejaba de lamerla, se notaba que le faltaba y ella también estaba ansiosa por hacerlo, fue tanto su emoción que logre que se viniera, no dude en tomar sus jugos, era tan emocionante cumplir mi fantasía.
Sus piernas comenzaban a temblar y yo no dejaba de lamerle toda la vagina hasta comencé a introducirle mi lengua, se notaba que lo gozaba tanto, quería unirme al juego, me desabroche el pantalón y como pude me lo quite, mi verga estaba muy dura y con lo húmeda que estaba mi mano por su vagina me empecé a masturbar, esto definitivamente era mucho mejor que ir al baño a ver porno, ella me voltio a ver a los ojos, veía lo excitada que estaba en su mirada, noto que me masturbaba mientras que no dejaba de lamerle la vagina, en ese momento me tomo del cabello y me jalo para besarme, se recostó completamente en el suelo mientras me ponía encima de ella, mi verga tocaba su vagina rozando su clítoris.
Mételo, quiero que me lo metas hasta al fondo.
Era el mejor momento, comencé a metérselo lentamente, hasta el fondo, hasta que mis huevos chocaron con su culo, ella estaba gozándolo, y empecé a cogerla cada vez más rápido mientras gritaba que no parará, en ese momento vi sus pechos comencé a desabrochar su blusa, su sostén se desabrochaba de enfrente así que lo abrí y ahí estaban, eran más grandes y hermosos de lo que imaginé, sin dudar los tome y los empecé a lamer pasando de teta en teta para después meter mi cara entre ellos, ella presionaba más mi cabeza hacia sus pechos, mientas que con sus piernas me empujaba, estábamos cogiendo en esas escaleras sin parar, demasiado excitados lo empecé a hacer más rápido, ella no dejaba de gritar y yo no dejaba de disfrutarlo.
¡Lléname! ¡Lléname!
No dejaba de gritarme, sabía que me iba a venir, así que no pare de hacerlo, su vagina tan lubricada tenia mis huevos mojados, era el momento, así que lo deje ir, fue tan placentero, ella gimió una vez más conteniendo el aire, y después exhaló, había logrado liberar a mi jefa del estrés, y yo cumplí una de mis tantas fantasías.
Nos quedamos ahí un par de minutos, ese placer de desahogo, quería que durara para siempre, pero al final me levante, mi verga y su vagina estaban tan mojadas de semen y sus fluidos, nos sentamos, ella me vio y me beso, me agradeció y me dijo que es lo que le hacía falta, que ahora le importaba una mierda los problemas del trabajo, nos levantamos y comenzamos a vestirnos, antes de regresar adentro me dijo:
Terminaremos el día como si aquí no hubiera pasado nada, y no se lo dirás a nadie ¿de acuerdo?
No te preocupes, esto será entre nosotros nada más.
Perfecto, cuando salgamos iremos a mi casa, aún no termino contigo.
Dijo mientras subía las escaleras, yo no podría creer aun lo que había pasado, y fue emocionante saber que pasaría de nuevo, me voltio a ver y dijo:
Pero esta vez también te la chupare a ti, quiero tenerla en mi boca y dejarla lista para que me la metas por atrás.
Sonrió y entro a la oficina, no podía creer lo loca que estaba esta mujer por el sexo, pero lo mejor de todo es que ahora era toda mía, y que esa misma noche la iba a gozar mucho más, mi fantasía ahora era mi amante.
Deja tu comentario en la casilla de comentarios o síguenos en Facebook, Instagram y Twitter