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Mi Amigo Carlos, El Sorprendente Amante De Mi Madre

Era un verano cuando recién había terminado la escuela, tenía 18 años recién cumplidos y al igual que todos mis amigos lo que más tenía en mente en esa época era follar.

No solo MILF también mi madre

Era un verano cuando recién había terminado la escuela, tenía 18 años recién cumplidos y al igual que todos mis amigos lo que más tenía en mente en esa época era follar. Yo había tenido ya relaciones con mi novia que había tenido desde los 16 años y habíamos terminado hacía ya varios meses y no pasaba nada nuevo, por lo que en esa época solo me masturbaba esperando alguna nueva oportunidad. Y una de las fantasías que me perseguía siempre era ver como a mi madre la follaban otros tipos.

Desde que tengo uso de razón mi madre ha sido seducida por muchos tipos, incluyendo amigos de ella, de mi padre, e incluso sus hijos adolescentes y también mis primos más grandes

Mi madre era entonces una mujer ya algo madura, de 45 años pero mantenida como una mujer de 25, y su cuerpo era espectacular: medía 1.63 metros, de piel un poco morena pero no tan oscura, pelo castaño, rostro hermoso, pechos normales, pero su culo y sus piernas son espectaculares, cualquier hombre que lo mira hasta el día de hoy queda loco ante un cuerpo tan bien cuidado, ya que además se mantuvo siempre haciendo ejercicio, por lo que su culazo y sus piernas estaban bien torneadas. Desde que tengo uso de razón mi madre ha sido seducida por muchos tipos, incluyendo amigos de ella, de mi padre, e incluso sus hijos adolescentes y también mis primos más grandes, que la abrazaban constantemente de la cintura, saludándola con besos al lado de los labios y tocando sutilmente su culo y sus piernas simulando un gesto fraterno.

Hasta ahí todo bien, yo al margen de esas cosas veía que mi madre y padre se respetaban mutuamente y eran bastante cómplices en todo aspecto, pero no podía sacarme la escena de mi cabeza de mi madre siendo seducida por todos esos hombres, y cuando crecí y llegué a los 13, mi madre era toda una MILF de 40 años y eso era motivo de masturbación, imaginando a mi madre siendo tocada y follada por delante y por el culo por todos ellos. Además, mis amigos durante la adolescencia la deseaban con locura y un par de veces descubrí a algunos robándose su ropa interior de su armario para masturbarse, por lo que los expulsé de inmediato de mi casa. A veces comenzaban a molestarme diciéndome “qué pasaría si un día llegas a tu casa y vez a tu madre teniendo sexo en su cama con un tipo musculoso”. A mí esas cosas me molestaban, pero con el tiempo ya me las decían menos, y a la vez me ponían caliente y me producían morbo.

Carlos ya era muy precoz y ya sabía toda la teoría sobre la sexualidad, dudo que a esa edad lo haya puesto en práctica

Para ese verano, cuando tenía 18, volví a ver a Carlos, un amigo que se fue a vivir afuera del país cuando teníamos 10 años y a quien no había visto desde entonces. Cuando éramos pequeños, por alguna razón Carlos ya era muy precoz y ya sabía toda la teoría sobre la sexualidad, dudo que a esa edad lo haya puesto en práctica, y aunque nos unía mucho que éramos ambos muy fanáticos del fútbol, y que nuestros padres y familias también empezaron a hacer amistad a partir de nosotros, él a veces hablaba cosas que yo no entendía del todo.

El punto fue que nos juntamos a jugar fútbol a los 18 cuando volvió al país, y se fue a mi casa luego de eso, donde estaban mis padres y mi hermano, ahora de 15. Mis padres comenzaron a hablar con él, preguntando todo sobre cómo estaban sus padres, su hermano de 14 años que era amigo del mío antes de irse del país, y qué tal la vida afuera. Luego de cenar los cinco, con Carlos subimos a mi habitación, donde él me dijo que mis padres se conservaban bastante jóvenes, con 45 años mi madre y 44 mi padre. Hasta ahí todo normal, mi amigo volvió donde sus familiares que lo alojaban, y a los pocos días, partimos a la casa de la playa con mi madre y mi hermano, mi padre se quedaba trabajando en la ciudad, así que me dijeron que invitara a Carlos, y eso hice, sin sospechar lo que pasaría después.

Apenas llegó, noté que no quitaba los ojos del cuerpo de mi madre, que se iba a tomar sol en bikini, pero no eran las únicas miradas que mi madre de bien conservados 45 años robaba: pasaban tipos mayores, menores y de su edad, incluso con pareja, quienes miraban con envidia a mi madre y como sus hombres la deseaban, especialmente cuando tomaba sol boca abajo y lucía ese culazo espectacular.

Si bien me molestaba que lo hiciera, ya estaba acostumbrado como dije antes, y luego en la casa la miraba con sus minifaldas y vestidos veraniegos cortos, donde se veían sus muy buenas piernas y cuando se agachaba se le notaban todas sus nalgas a través del traje de baño.

Con los días, notaba que Carlos se ponía cada vez más cachondo con mi madre, y se daba duchas largas, probablemente masturbándose pensando en mi madre. Un día al almuerzo mi madre molesta contó como de costumbre que la miraban mucho y que se le insinuaban, esa vez era un policía la había detenido en el coche según ella solo para coquetearle y mirarle el escote.
Carlos le preguntó si había coqueteado de vuelta, y ella no dijo nada, solo se sonrojó mucho y se rio dijo que no fue necesario, y que la dejaron seguir sin más. Yo le dije a mi amigo que no fuera entrometido, pero mi hermano no tomaba en serio esas cosas y sólo se reía, y mi madre me dijo que no era para exaltarse tanto.

En la noche, Carlos empezó a decir que le gustaba la forma en que mi mamá lo trataba, que le gustaba como era con todos, muy simpática, y dijo que además era muy bonita, y nos preguntaba cosas acerca de la sexualidad de mi madre, si alguna vez la había escuchado tener sexo con mi padre, si había escuchado que había hecho que sus nalgas sonaran a través del sonido de las paredes, y después empezó a con que ella era su mujer y que nosotros llevábamos su apellido. Mi hermano se reía como tonto nada más, pero yo, algo molesto e intrigado a la vez, le intentaba cambiar el tema, pero con el rato el seguía hablando de ella, y me preguntaba si ella me decía su opinión cuando hallaba lindo a un amigo mío, hasta que en un momento le pregunté si acaso le tenía ganas a mi madre y el me contestó que “no haría nada con ella, pero es tan simpática y además bonita”… La forma en que lo dijo, me dio a entender que le haría de todo.

Un día que mi hermano se había ido con unos amigos a la ciudad, así que quedamos los tres en la casa, y me entró el morbo por ver si Carlos hacía algo. Un día, simulé que llamaba a mi ex novia y le contaba que escuchaba que mi madre discutía con mi padre por móvil por tenerla descuidada en la cama esos meses de tanto que trabajaba. Carlos estaba en otra habitación, pero noté escuchaba al tratarse de mi madre. Todo ese día, Carlos estuvo inquieto, algo descolocado y muy pensativo, mirando a mi madre con más deseo que nunca antes.

Yo todas las noches me iba a dormir tarde, pero ese día pensé en dormirme más temprano, diciendo que me sentía enfermo, para dejarlos solo y ver si Carlos era capaz de concretar algo.

Dejé la puerta del cuarto entreabierta, para que pensaran que estaba dormido allí, pero en verdad me fui al cuarto de mis padres a esconderme al armario, donde se escuchaba y veía desde un agujero todo lo que dialogarían ellos desde el cuarto de la TV que estaban, y luego los podría ver en acción en la cama de mis padres si todo andaba como pensaba.

Entonces, mi madre le preguntó a Carlos si le habían gustado estos días en la playa, y Carlos respondió que sí, pero mi madre le dijo que quizás se había aburrido, ya que no salíamos mucho. Carlos respondió que “es cierto, pero la playa es bastante divertida, y con Julio aprovechamos muy bien de contemplar el paisaje”. Mi madre decidió ponerse un poco más coqueta y le preguntó:

M: Con el paisaje te refieres a los culos que se ven todos los días, ¿no?
C: Sí jajaja, hay mujeres hermosas en esta playa. ¿Usted viene desde siempre?
M: Sí, la verdad vengo desde los 18 años, poco antes de conocer al padre de Julio.
C: Me imagino que se divertía mucho, ¿no?
M: Así es, con mis amigas nos dejábamos seducir por los chicos que venían por acá y a veces salíamos a bailar con ellos de noche.
C: ¿Solo a bailar? – preguntó con tono sugerente.
M: ¡Carlos! – mi madre se comenzaba a reír nerviosa.
C: Es usted una mujer muy hermosa, supongo que más de alguno debe haber intentado conquistarla.
M: Así es, mis primeros romances los tuve en esta playa.
C: ¿Solo romances? – siguió con su tono.
M: ¡Detente Carlos, no seas insolente! Estamos en la casa de tu amigo y soy su madre, una mujer casada – todo eso lo decía sin parar de reír.
C: Bueno, veo que fueron jornadas muy divertidas.
M: La verdad, sí. Mi primera relación la tuve en la playa. Para ser la primera vez, creo que fue algo espectacular, duramos mucho rato, él tenía experiencia y sabía mucho.

De ese modo, comencé a enterarme de detalles de la vida sexual de mi madre que no sé si quisiera haber escuchado, pero ya no había vuelta atrás. Y eso no sería todo:

C: ¿Y su vida sexual ha sido suficientemente satisfactoria desde entonces?
M: La verdad sí, no me quejo, el padre de Julio es muy atento en la cama.
C: ¿Entonces solo ha tenido relaciones con él desde entonces?
M: Desde que estamos casados se puede decir que sí.
C: ¿Se puede decir?
M: Bueno, estamos en una relación desde los 22 años míos, 21 suyos. Yo ya tengo 45 años, y me casé a los 25 con él, bastante tiempo juntos, ¿no?
C: ¿Eso quiere decir que has tenido aventuras? – Noté como Carlos se iba excitando.
M: Algunas.
C: Me imagino cómo debe haber sido si usted fue a la universidad.
M: Bueno, el padre de Julio que ya trabajaba y yo entré a los 22 y me salí a los 24 porque un profesor no me quiso aprobar por no dormir con él, yo no dormía con cualquiera, solo con hombres que me gustaban, pero tuve relaciones con mis compañeros habitualmente, y me acostumbré a los hombres menores.
C: ¿Qué tan menores? – Se quedaron mirando a la cara con complicidad.
M: Bueno, a los 30 ya empecé a frecuentar a hombres de 21 años aproximadamente, pero también he tenido sexo con hombres de 18 años – dijo mi madre, sabiendo que Carlos tenía esa edad.
C: ¿Entonces es mentira lo que me dijo mi padre?
M: ¿No me digas que Raúl te contó? – Dijo mi madre, cada vez más ruborizada.
C: Solo me dio a entender que algo pasó. Tengo claro que mis padres son muy abiertos de mente, y de hecho yo pensaba que mi madre algo había tenido con el padre de Julio – en ese momento recordé que Luisa, la madre de Carlos, normalmente adulaba el físico de mi padre, pero no era más que eso.
M: La verdad no sé qué habrá pasado entre ellos.
C: ¿Pero entre ustedes pasó algo?
M: Bueno, debo confesar que Raúl es muy bueno en la cama, me sedujo bastante rápido apenas nos conocimos en los encuentros de padres. La verdad es que me follaba como un toro, ¿recuerdas cuando el padre de Julio se fue a trabajar por meses afuera de la ciudad?
C: Sí recuerdo.
M: Raúl fue como mi marido durante esos meses, todos los días mientras ustedes iban a la escuela, Raúl se iba del trabajo a mi casa y follábamos toda la mañana.
C: ¿Y mi madre no se daba cuenta?
M: Claro que sí, pero Luisa siempre ha tenido amantes también, aunque ella prefirió que se fueran del país cuando vio que lo nuestro con Raúl era muy fuerte, nuestra química en la cama era muy buena. De hecho, se corría tanto adentro mío que, a pesar de las píldoras, muchas veces estuve con retraso en mi periodo y pensando que yo podía quedar embarazada de tu padre, Luisa comenzó a insistir en que se fueran del país. Además, el padre de Julio, que nunca había sospechado de mí, comenzó a hacerlo cuando empecé a inventar salidas nocturnas con mis amigas y volvía sin ganas de coger con él, pero ¿quieres seguir preguntando por tu padre y yo, o quieres hablarme algo de ti?
C: ¿Qué quieres saber?
M: ¿Tienes novia o qué?
C: La verdad tenía una, pero ella no quería tener relaciones conmigo, y solo me hacía sexo oral, y lo hacía bastante bien.
M: Típico de chicas jóvenes, pero no creo que lo haga tan bien como yo.
C: Demuéstralo – Le dijo Carlos al oído a mamá.
Mi mamá acercó su mano al traje de baño de Carlos y lo bajó. Carlos se quedó helado, pero su verga que estaba midiendo 18 cm. en ese momento, quedó en evidencia. Segundos después, esos 18 cm de verga de Carlos entraron en la boca de mamá, quien comenzó a jugar con su lengua alrededor de ella.
C: ¡No puede ser, que bien lo haces! – Dijo, y pasados algunos segundos, empujó la cabeza a mamá para que tragara entera su verga. Carlos disfrutaba como nunca en su vida.
M: ¿Y tú no vas a hacer nada?

Carlos se aproximó a su vagina, y sacando su traje de baño luego de levantar el corto vestido veraniego de mamá, comenzó a lamer su coño. Por fin habían entrado en acción, y ahí estaban mi amigo Carlos y Mamá haciendo un 69 espectacular en el sofá de la casa.

Estuvieron así hasta que Carlos no aguantó más y eyaculó en la boca de mamá, dejando también de succionarle a ella. Carlos le dijo a mi madre que se limpiara la boca, y luego se besaron; Carlos agarró a Mamá de la cintura y la llevó contra la pared, mientras tocaba su culo, sus tetas y sus piernas, y ella le dijo que fueran a su cuarto. Así fue como llegaron a la habitación donde mamá dormía con papá todos los veranos.

Carlos cayó encima de mamá, donde estuvieron besándose unos 5 minutos hasta que Carlos dijo que andaba sin condones, y Mamá dijo que no se preocupara, que ella tomaba píldoras anticonceptivas. Carlos se excitó más ante la idea de follarse a mamá sin condón, y le sacó rápidamente el vestido, con lo que mamá le sacó la camisa a él, ya estaban desnudos y por fin comenzarían a tener sexo.

C: ¡Te voy a follar más duro que mi padre!
M: Eso lo veremos, tu padre es espectacular en la cama.

Mamá ubicó sus piernas en los hombros de Carlos, y le dijo que lo hiciera en esa posición, Raúl la follaba haciendo que ella elongara, porque según había leído en el Kamasutra, ella sentiría más placer. Carlos se dispuso a sujetar las piernas de mamá y comenzó el mete y saca, Mamá se notaba que por fin disfrutaba después de algunos días.
C: ¿Ves que soy mejor que mi padre?
M: Deja de hablar y deja que te enseñe – mamá empezó a moverse de forma circular, haciendo que Carlos quedara loco, a punto de correrse dentro de ella.

Mamá se aburrió de la posición, hizo una maniobra gimnástica para salir de la verga de Carlos, se puso en cuatro patas y le dijo a Carlos “¡Qué esperas! Sigue follándome”. Pude ver como el rostro de Carlos no daba más de excitación: por fin haría sonar las nalgas de mamá como el imaginaba. Se lo volvió a meter, mientras acariciaba agarraba las piernas de mamá, sus pechos y la comenzó a embestir, haciendo que sus nalgas sonaran “clap clap clap” por toda la casa y que su culo rebotara con cada. Mamá se excitaba mucho, diciéndole que se estirara para besarle cuello y espalda, con lo que mamá gemía mucho. Comenzó a decirle:

M: ¡Ahora te pareces un poco a tu padre!
C: Basta de Raúl, ¡Ahora eres mi mujer! Te voy a follar hasta dejarte sin fuerzas.
M: Sí, eso, cógeme que me hacía falta – decía mi madre entre gemidos y gritos exacerbados de placer.
C: Te voy a follar hasta que me pidas parar, y quiero que grites que soy el mejor hombre que has tenido en la cama.
M: Pero está Julio enfermo.
C: ¡Dilo ahora ya! – dijo Carlos, mientras se cogía más fuerte a mi mamá, ahora tomándola de su cintura.
M: ¡Sí, sí, eres el mejor hombre con el que he cogido, no pares! – decía mi madre entre gemidos.

Carlos se volvió loco con eso y tomó a mi madre de los brazos y la comenzó a zamarrear, embistiéndola más fuerte, hasta que mi madre dijo:

M: Ya detente, estoy cansada.
C: No te creo, tienes un cuerpo de gimnasta – Carlos parecía endemoniado embistiendo a mi madre en cuatro patas, mientras.
M: Por favor, para, que voy a caer tendida sobre la cama.
C: Esta bien, ya me acabo.
M: ¡No se te ocurra, que puedo quedar embarazada!
C: Olvídalo, quiero dejar toda mi leche adentro de ti.
M: ¡No te atrevas!

Mientras lo decía, Carlos comenzó a eyacular dentro de la vagina de mamá, desobedeciendo todo lo que ella había dicho.

Estuvo cerca de un minuto así, hasta que Mamá parecía satisfecha. Carlos llevó su polla a la boca de mamá, quien tragó lo restante y limpió la verga de Carlos con su lengua. Mamá cayó tendida boca abajo en la cama.

M: Creo que en años no sentía tanta leche dentro mío.
C: Tranquila, que aún tengo algo más.

Carlos, aún erecto, se dejó caer encima de ella, dejando su polla a punto de entrar en el orificio anal de mamá.

M: ¿Qué haces?
C: Voy a sodomizarte.
M: ¿A quién has pedido permiso para encularme? – Preguntó, dando la vuelta hacia Carlos, quien besaba su cuello mientras acariciaba sus piernas abiertas en esa posición de poder.
C: Tu culo es lo que trae loco a todo el mundo, y quiero rompértelo.
M: Mi culo es solo de mi marido, ni se te ocurra.
C: Apuesto a que Raúl también te enculó, ¿no es así? – Mamá rio y le dijo:
M: Trae la vaselina que hay en la gaveta del lado de la cama.

Carlos fue y se llenó la polla de vaselina, y mi madre, aún agotada del sexo intenso que acababa de tener y seguía boca abajo, se vio repentinamente penetrada analmente. Ambos gimieron, Carlos de placer, y mi mamá de dolor.

M: ¿Qué hiciste? – dijo mi madre, adolorida por la poca costumbre a ser penetrada por atrás.
C: No mames, que este culazo tiene lugar para esta verga. ¡Ay Dios, que rico se siente este ano apretadito!

Mamá se sintió alagada, mientras su ano se dilataba y comenzaba a ser embestida. A los pocos segundos ya Carlos metía y sacaba su verga, y sus testículos sonaban y hacían moverse las nalgas de mamá, que nuevamente sonaban muy fuertes, mientras Carlos, cubriendo el cuerpo de mamá con el suyo, se afirmaba de los hombros de ella para embestirla con más fuerza, lo cual la volvía loca. Luego, la tomaba de los pechos, tocaba sus muslos y metía sus dedos en su vagina, mientras ella mordía la almohada para que no se la oyera gemir tan fuerte.

M: Por favor para, que mañana no me voy a poder sentar.
C: ¿Otra vez con eso? Déjame, que he practicado mucho para aguantar en la cama esperando este momento y no quiero acabar ya.
M: Si quieres te puedes acabar adentro.
C: Bueno, eso cambia algo las cosas. – Carlos se dispuso a embestir a mi madre de forma salvaje.
M: ¡Acaba en mi culo, Carlos, lléname de semen hasta los intestinos!

Carlos obedeció, y llenó de semen el culo de mamá hasta en los intestinos, tanto que cuando sacó la verga, el semen salía a borbotones del culo dilatado de mi madre. Mientras yo acababa mi segunda masturbación en el armario, Carlos y mi mamá se quedaron abrazados en la cama, con mi mamá acostada en el pecho de mi amigo, que la abrazaba como si fuera su esposa.

C: ¿Y cómo estuve?
M: Nada mal.
C: Bueno, voy a ir mejorando con los días – Ambos se rieron y se besaron, se bañaron juntos por una hora aproximadamente, disfrutando de buen sexo por un rato más, a esas alturas ninguno de los dos parecía recordar que yo estaba enfermo.

Al día siguiente, mi mamá caminaba lento, menos atlética que otros días, y todas las noches Carlos la follaba en nuevas posiciones mientras yo supuestamente dormía, pero en realidad los miraba desde la puerta. Era tanta su complicidad, que ambos sabían que yo estaba enterado de todo, y con los días la manoseaba descaradamente mientras ella cocinaba o hacía quehaceres de la casa, restregándole su polla por sobre el traje de baño mientras le decía cosas al oído que seguramente la calentaban para la noche. Incluso a veces se calentaban tanto que mi mamá lo tomaba de la mano en pleno día, se encerraban en la pieza y solo se escuchaban gemidos y “clap clap clap”.

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