Mi Mejor Experiencia: Historia de Placer y Pasión

María del Mar, a los 27 años, tuvo su mejor experiencia sexual con Robinson, un colega de trabajo, en una posada junto al mar.

Mi nombre es María del Mar, mi relato sucedió cuando tenía 27 años, y de todas mis experiencias sexuales, hoy tengo 38, es la que mejor he vivido. Todo empezó cuando en la empresa que yo iniciaba a trabajar, oía que las demás chicas hablaban de un guapo de nombre Robinson, y eso me llevo a querer conocerlo.
Un día me presente a su oficina, él se levantó de su puesto y me dio un beso en la mejilla, desde ese momento empezamos a conocernos. Una tarde me invito a salir y fuimos a un pueblito a la orilla del mar, entramos a un restaurante, cenamos y tomamos licor. Al salir y estando dentro de su vehículo empezamos a besarnos, Robinson encendió el vehículo y empezó a buscar una posada sin consúltame, pero la verdad lo deseaba.
Se detuvo frente a una posada de dos niveles, entramos agarrados de la mano y pidió una habitación, nos dieron una en el segundo nivel. Mientras subíamos las escaleras nos besamos. Entramos a la habitación, desde el balcón se veía el mar y se oía las olas, ahí empezamos a besarnos y acariciarnos, el desabotono mi blusa y subiendo mi top comenzó a besar y lamer mis pezones y yo desabroché su pantalón y empecé acariciar su verga por encima de su bóxer, él me dijo… ¡lo quieres! Y yo asentí con la cabeza. En ese momento nos besamos con mucho deseo, nos fuimos hacia la cama y me senté en ella, él se quitó su pantalón y camisa, se acercó a mí y le bajé el bóxer, saliendo su gran verga totalmente erecta, inicié pasando mi lengua a todo lo largo, luego la chupaba haciéndolo suspirar, él puso su mano en mi cabeza, me la metí toda en la boca y comencé a mover mi cabeza de atrás hacia adelante, haciendo entrar y salir su verga en mi boca.
Luego el me levanto de la cama y me desnudo completa, nos acostamos en la cama para besarnos, el besaba todo mi cuerpo y busco la posición para hacer el 69, el penetraba mi boca con su verga y comenzó a lamer y besar mi cuquita, que ya estaba súper mojada por mi excitación.
El separaba mis labios vaginales con sus dedos y lamía de arriba abajo toda mi vagina concentrándose en mi clítoris haciéndome gemir de placer. Yo cogía su larga verga con mi mano y la metía en mi boca, pasando mi lengua alrededor de su glande y sobaba sus testículos con mi otra mano, así estuvimos dándonos placer mutuamente, teniendo mi primer orgasmo de la noche y apretando su cabeza con mis piernas le decía… ¡Sigue asíiii aahhh no pares!
Luego de ese delicioso 69 él se levantó, cogió mis piernas y las coloco en sus hombros, y me la metió de una sola estocada hasta el fondo, empecé a gemir, y comenzó a embestirme con fuerza, yo gritaba de placer, nuestros cuerpos sonaban al chocar, me sentía la mujer más feliz recibiendo una buena cogida, y en unos minutos derramó toda su leche dentro de mi vagina. Lo miré y él sonriendo me besó en los labios y me dijo… ¡me tenías muy caliente desde que te conocí, tenía que cogerte!
Acostados desnudos en la cama el besaba mi cuello y mis tetas, y sus manos acariciaban mi cuerpo, su verga empezaba a reaccionar y en pocos segundos ya estaba fuerte, me coloco de espalda al borde de la cama, sus manos abrían mis piernas y me volvió a penetrar, y me dijo…. ¡Podría estar cogiéndote toda la noche! y poniendo sus manos en mis nalgas aceleró sus movimientos dándome con mucha fogosidad, sus constantes embestidas me dieron el placer de un par de orgasmos más. Cambiamos de posición, nos pusimos de lado y con mi pierna derecha elevada continuó cogiéndome muy rico, después me puso boca abajo y volvió a penetrar mi cuquita con fuertes embestidas y metiéndola hasta el fondo hasta vaciar su leche otra vez, siguió moviéndose hasta dejar de eyacular, mientras yo abría y cerraba mis labios vaginales alrededor de su aun dura verga que poco a poco fue reduciendo su tamaño hasta abandonar mi cálida y húmeda vagina.
Se recostó boca arriba a mi lado y con su mano acariciaba mi nalga suavemente hasta quedarse dormido, yo me levante para ir al baño, y de regreso lo miraba una y otra vez, se veía hermoso todo su cuerpo desnudo y su gran verga estaba dura, eso me provoco chuparla, su reacción fue separar mis piernas y se colocó entre ellas y pasaba su erecta verga por mi cuquita una y otra vez, besando mis senos y mordiendo mis pezones, dobló una de mis piernas y me penetró, comenzó a moverse aumentando poco a poco la velocidad y profundidad de sus embestidas logrando que en pocos minutos nuestros fluidos se unieran dentro de mí en un clímax riquísimo al mismo tiempo terminamos los dos y mi vagina volvió a recibir su caliente y espesa esencia, nos quedamos dormidos.
En la mañana, no sé qué hora sería cuando sentí sus labios recorrer mi cuerpo desnudo desde mi cuello pasando por cada una de mis tetas, fue descendiendo hasta mi vagina metiendo su nariz entre mis labios vaginales y besaba mis muslos. Yo me mantenía quieta con los ojos cerrados disfrutando las sensaciones que me hacía sentir fingiendo dormir, oí su voz cuando me dijo… ¡Ahora no me importa nada más que estar dentro de ti! y volvió a besarme acariciando mi vagina. Me senté sobre su cuerpo y cogiendo su verga la dirigí a la entrada de mi coño y me la fui clavando haciendo una sentadilla sobre de él. Subía y bajaba ensartándome todo su gruesa y dura verga y el colocaba sus manos en mis nalgas acariciándolas suavemente, le cabalgué un rato. Luego me levanté y apoyé mis manos y mis rodillas en la cama, mi culo quedo frente a él y sentí su verga penetrando mi coño desde atrás, sus embestidas fueron fuertes, haciéndome llegar a varios orgasmos de seguidos, y oí su voz excitada que me dijo… ¡tu culo es precioso!, y yo le dije… ¡es tuyo!, no tardo en pasar su lengua por mi hoyito una y otra vez, luego metió un dedo para dilatar mi culo, para en ese mismo momento sentí que su verga estaba a la estrada de mi culo, hizo un par de movimientos y ya me había clavado su verga de un sola envestida, el jalo de mis cabellos y comenzó a sacar y meter su verga de mi culo con mucha fuerza, después de que me tubo en cuatro patas más de 10 minutos se corrió y su leche invadió mi culo. Eso fue un rico mañanero. Nos bañamos y salimos de vuelta a la ciudad.
Un día estando en mi puesto de trabajo recibí una cajita con una nota que decía… ¡quiero que lo uses y cuando te necesite lo sentirás! Al abrir la cajita vi el vibrador de punto G, con 12 modos de vibración y control remoto. Me levante y fui al baño a estrenar mi juguetico, y de regreso pase por la oficina de Robinson y le deje el control. No tardo en usar el control y mi vagina empezó a sentir esa emoción. En eso vi un mensaje en mi teléfono que decía…! es solo una prueba, cuando te necesité lo activo! Al medio día, a la hora del almuerzo se activo mi vibrador, esta vez con mas intensidad. Fui hasta su oficina y ahí estaba Robinson esperándome, me pidió que me sentara frente a él, y activo el modo de mayor intensidad, yo me moría de placer, ¡me retorcía y entre gemidos le dije…! cógeme!, me levante para quitarme la braguita y sacarme el vibrador, afortuna mente llevaba una falda, saque su verga, la chupe un poco y me monte sobre ella, me llego hasta el fondo y cabalgue como una loca hasta que se vino.

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