Desde que éramos novios nos gustaba mucho andar de calientes lo hacíamos cada que teníamos oportunidad sin importar el lugar, cuando nos casamos empezamos a fantasear con tener a una persona más con nosotros lo platicábamos y nos calentamos bastante, aunque pensábamos que a la hora de algo así no podríamos hacerlo sobre todo ella yo sí estaba convencido de ver cómo se la cogían, un día estábamos en una reunión de algunos amigos en dónde conocimos a un sr. De aproximadamente 50 años o más nosotros de 24 años, desde el inicio el mostró cierto interés en ambos así que pasamos platicando de diferentes temas con el hasta empezar de hablar de sexo, lo cual nos interesó mucho y nos tenía bastante calientes así que decidimos despedirnos, ahí fue cuando el aprovecho para pedir lo lleváramos a su hotel a lo cual aceptamos todo el camino nos fue hablando de sexo sin despegar la mirada de mi esposa algo que me tenía extrañamente excitado, al llegar nos invitó a seguir la plática y tomarnos algunas cerveza no se si fue la curiosidad o excitación que teníamos que aceptamos, ya estando en la habitación empezamos a tomar platicar y saco a bailar a mi esposa lo cual acepto con el calor de las copas yo veía como el empezaba a tomarla por la cintura y repegarla a su cuerpo y ella aceptaba el le dijo algo al oído lo cual ella se sorprendió y voltea conmigo siento yo buscando mi aprobación lo cual la tuvo, en ese momento ella se repega más y empiezan a besarse los cuál me deja sin palabras ya que no me lo esperaba más si lo deseaba, entre besos caricias y risas el la agarra de su cabeza y hace que se inque se saca su verga y se la pone en la boca nuevamente voltea a verme y simplemente asiento con la cabeza e inmediatamente ella empieza a darle una mamada mientras yo no sabía cómo reaccionar ya que sentía cierto nivel de celos pero la excitación era más fuerte así que me acerque y empecé a guiarla mientras le quitaba su blusa y pantalón para dejarla solo en ropa interior el la levanta la pone sobre la cama y le empieza hacer un oral lo cual hacia que ella se retorciera de placer así fue como simplemente se levanta la garra por la cintura le abre sus piernas y empieza a meterle su verga mientras yo veía como le entraba y salía el me hacía señas para que le diera mi verga a mamar mientras el se la metía hasta el fondo y así fue que ella me la estaba mamando a mi mientras el se la estaba cogiendo, la cambio de posición de perrito un buen rato la bombeo después se la puso encima para que ella se montará y yo solo veía como estaba disfrutando de una verga que no era la mía después de hacerla venir varias veces el solo pregunto adentro o afuera y ella le dijo adentro te quiero sentir y así termino llenandola de leche toda su panocha, fue el comienzo de algo que hasta la fecha aún no termina, esa noche la pasamos haciéndolo varias veces en la cama en el balcón en el baño fue algo que nos dejó tan buen sabor de boca que nos quedó el gusto por los tríos además de que pues nos enseñó a disfrutar del sexo sin miedo a que lo que pueda pasar pasará nos dejó bien servidos a los dos ya que también me tocó a mí disfrutar de ambos y ambos disfrutaron de mi pero esa es otra historia que más adelante les contaré 🙂
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