Relato Erótico de Maduras: Las ganas de sentir en las nalgas

Creo que todas las mujeres pasamos por esa parte de nuestras vida donde simplemente nuestro apetito sexual disminuye o desaparece. sera que al hombre le ocurre lo mismos?
En fin ya no soy una jovencita de 20 años, pero necesito hacer algo para lograr que fluya en mi nuevamente el deseo sexual, ese placer de estar con alguien.
Una noche estando en casa, sola en mi cama comencé a tocarme lentamente mis pezones de mi enormes pecho, logro sentir una sensación placentera. Bajo mis manos suave hacia mi vagina y me toco, con un dedo por mis pliegues, voy imaginándome que es la lengua de alguien, chupandome y mamandome, ya estoy húmeda. meto mis dedos, ya desearía que aparezca un hombre. Jaajaj
Una llamada de mi Madre interrumpe mi momento ya para luego continuare..
Debo ir a ayudar a mi madre a su tienda, se ha sentido muy cansada, hace tanto tiempo no le ayudaba, tiene un empleado nuevo, un chico calculo unos 23 años.
A veces me lo encontraba en la rosticería organizando, mientras yo lo veía me imaginaba el tenerlo, lo que hacia que me calentara, siempre pasaba junto a el y rosaba con mis manos sus nalgas, sin que el me dijera nada. pero no pasaba de eso, el notaba que me gustaba y me coquetea pero yo soy muy tímida y por miedo no me atrevía a decirle nada, ni a insinuarle nada, a veces en el almuerzo platicabamos, economía , clima, política, todo relativo.
Una vez tire las cajas de los videos a propósitos de un estante y le avise que se habian caido, ese dia tenia puesta una minifalda negra, por eso lo hice, se agacho y yo le ayude y me agachaba tratando de que mire entre mis piernas deliciosas que se le ofrecía acariciar.

su pene apenas tocaba mis nalgas, el se disculpo y yo le sonreía, el limpiaba y yo al sentir ese calor me volvi a tropezar

Hasta que un dia llegue como de costumbre por la mañana como a esos de las 8:00 en que solo el y yo estábamos en el negocio, empece a organizar me fui a la parte de atrás donde estaba el deposito, cuando el llego por allá y empezó a limpiar unos estantes, yo lo vi, ese dia llevaba puesta una minifalda cafe claro, y una blusa blanca de esas que dejan ver los hombros y los pechos, sin decir nada el empezó a limpiar mientras yo veia el inventario, no me moví de mi lugar y como el me daba la espalda, le veía el trasero (hay hombre con lindos traseros)y me empece a tocar mis senos, el estaba muy cerca de mi lograba ver su entre piernas me moría de ganas por chuparle su pene.
Justo cuando el se movió para ponerse detrás de mi, yo di un pasito asi atras para poder restregarle accidentalmente mi trasero en su pene, su pene apenas tocaba mis nalgas, el se disculpo y yo le sonreía, el limpiaba y yo al sentir ese calor me volvi a tropezar (que descuido el mio) de pronto el se inclino y comenzó a besar mi espalda, suspiro mientras me agarraba las nalgas y me voltea para tenerme de frente me besa, no pongo ninguna resistencia, me sube la falda para acariciar mis nalgas y apretarlas cada vez mas cerca de mi para que sintiera su pene erecto en mi vagina, jadeó un poco, le tome una mano y se la lleve a mi vagina eso basto para que empezara a manosearlo como loco, se agacha y lo miro, le digo me vas a matar y empezó a besar, a darle besitos pequeños, rodearlo con lengua a lamer, no lo podía creer lo tenia ahi a mis pies chupando. seguía metiendo su dedo y sentir lo húmeda que estaba,
Ya no resistía mas “ya, te quiero sentir dentro, metemelo, por favor”, a lo que me dijo quieres esto, lo quieres, “si, damelo”, y me penetro el solo placer de oírlo gemir era mas que suficiente, ahi estabamos los dos en el piso jadeando como dos animales en celo, me movía como solo las mujeres maduras saben hacerlo, le veía su cara como expresaba el placer de sentirlo dentro el, hasta que no contuve mas y acabe como hace mucho tiempo no hacía.

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