Eran las 14 hs un día de diciembre y no podia dejar de pensar en Ser policía pero el calor empezaba a inundar la ciudad de Buenos Aires. En esos días mi trabajo es complicado ya que mi uniforme implica de ser policia que el calor sobre mi sea el doble, mas uno nunca pierde la sonrisa y la cortesía con nadie. Ese día un niño de unos 7 años se acerco a mi y me dijo, -le puedo dar algo señor?- acostumbrado a recibir saludos de los niños este me tomo por sorpresa. Le respondi que si amablemente. Y me dio un papel enrrollado y 2 caramelos. Le agradeci pensando que era un inocente dibujo y el se fue corriendo. Al abrirlo el papel decía me llamo paula y el numero de su celular…

La amiga de mi hija
su picara sonrisa y sus muecas de niña tímida me valentizan mas para acercarme a ella; de apoco fuimos hablando de cosas mas privadas, cuando por algunos minutos nos encontrábamos a solas, y mas de una vez mis labios rozaron los suyos Les dejare un relato compartido pero escrito por