Estaba descansando un domingo en mi apartamento y no pensaba levantarme de la cama así que en la mañana desayune y me di una ducha pero me metí nuevamente en la cama en mi bata de pijama, estaba viendo películas y aprovechando para descansar, pero no podía dormir muy bien estaba debajo de mis sabanas y sentía el deseo de tocarme un poco.
Comencé a imaginar lo bueno que seria el pedir un domicilio para mi almuerzo con tan buena suerte que llegara un domiciliario extremadamente sexy, baje mi mano y por debajo de mi bata coloque un poco de aceite para masajear mi cuerpo con tanta suavidad que apenas rozaban mis dedos con tantas ganas y los ojos cerrados imaginando que era ese extraño quien comenzaba a tocar mi panty delicadamente.
Mientras mi cuerpo ya se encontraba demasiado excitado comencé a pensar que hacer para satisfacer mi deseo ya que no quería consentir mi cuerpo sola, llame a un amigo para que me acompañara en mi domingo de películas y el acepto traer el almuerzo para estar en mis sabanas viendo alguna película, aunque lo que de verdad deseaba era que llegara comiéramos algo y me hiciera el amor. En cuestión de media hora mi amigo llego yo mas que hambrienta estaba deseosa pero oculte mis ganas con algo de humor, apenas llego lo recibí y nos dispusimos a almorzar una deliciosa paella que se había esmerado en conseguir pero bueno si que le iba a recompensar el que recordara que esa era una de mis comidas favoritas, estuvimos hablando un poco tomando un café mientras digeríamos el almuerzo.
por fin una de sus manos me estaba tocando un seno por encima de mi pijama de forma fuerte, quieres me dijo porque yo me estoy muriendo de ganas, en ese momento tomo mi mano y me hizo tocar su verga por encima del pantalón haciéndome sentir su erección deliciosa
Nos fuimos a mi habitación y buscamos en el programa de Internet una película de miedo que nos gustara a los dos luego de ponernos de acuerdo con una nos metimos debajo de las sabanas y me acomode en su pecho un rato era bastante cómodo, yo pensaba si lo que el quería era realmente ver una película o también me deseaba nuestra amistad era bastante antigua y muy unida, por un momento pensé en ser sincera y decirle que no quería ver nada y quitarme la ropa para que me apreciara desnuda pero no fui capaz.
Íbamos por media película y ya había perdido la esperanza de que hubiera algo de sexo y me hice un poco al lado casi durmiéndome y me sobresalte cuando sentí que por fin una de sus manos me estaba tocando un seno por encima de mi pijama de forma fuerte, quieres me dijo porque yo me estoy muriendo de ganas, en ese momento tomo mi mano y me hizo tocar su verga por encima del pantalón haciéndome sentir su erección deliciosa.
Se subió encima mio quitándome de un solo jalón el camisón mientras yo me deleitaba de sus abdominales y su cuerpo tonificado que rico era verlo, mi vagina ya estaba mojada y ardiendo de las ganas de sentir esa verga dentro de mi, tanto fue el placer que me di la vuelta y me le subí encima para cabalgarlo.
El se quedo por un momento inmobil de lo asombrado que estaba por mi iniciativa y sonrió cuando le puse las manos en los senos que saltaban mientras disfrutaba metiéndome esa verga tan rica, coloque mis piernas hacia atrás para poder sentirla toda adentro hasta las bolas comencé a moverme rápido, haciendo mover la cama fuerte ese va y ven me excito mas lo tome de las manos mientras me acosté sobre el lo tenia dominado y eso le gustaba, todos mis fluidos comenzaban a salir de tanta excitación lo besaba y dejaba sentir mis senos sobre su cuerpo frotándose de abajo arriba mientras me sacaba su verga, comencé chuparle la verga haciendo gemir de placer, su cuerpo se dio vuelta por completo y se subió encima mio pentrandome con mas fuerza.
La respiración se agitaba tanto que sabia que íbamos a llegar al orgasmo mientras nos acariciábamos todo el cuerpo, me tenia completamente mojada con los senos duros y apunto de hacerme llegar, me agarro de las manos dominandome ahora el a mi y me clavo tan fuerte que me hizo venir a chorros. Los dos llegamos saboreandonos la boca entre mis sabanas quedando dormidos hasta el anochecer, al despedirnos nos abrazamos, nos habíamos entendido muy bien y siempre seriamos amigos con derechos.